Glenn Mangham, un estudiante de informática, admitió
haber hacho su incursión el año pasado desde su dormitorio en la
casa de sus padres en York, en el norte de Inglaterra, y la compañía
estadounidense pensó que trataba de un caso de un espionaje
industrial a gran escala.
La fiscal jefe de Londres, Alison Saunders, afirmó
que "ésta ha sido la incidencia más extensa y flagrante de ataque
informático a medios sociales que se ha planteado ante los
tribunales británicos". Saunders aclaró que "por suerte, esto no
implicó el compromiso de ningún dato personal de usuarios".
Facebook registró el incidente en abril y llamó al
FBI. Los agentes estadounidenses establecieron que la fuente del
ataque estaba en el Reino Unido, y la policía británica allanó la
casa de Mangham en junio, según informó la agencia Europapress.
Mangham dijo que antes había ayudado al portal Yahoo! a mejorar su
seguridad y que quería hacer lo mismo por Facebook. Sin embargo, la
fiscalía rechazó su argumento.
El fiscal Sandip Patel explicó que el acusado "dijo
que quería un miniproyecto y escogió Facebook por su presencia
destacada en Internet", pero aseguró que "la fiscalía no acepta que
las acciones del acusado fueran otra cosa que maliciosas".
El tribunal también fue informado de que Facebook había gastado
200.000 dólares tratando el asunto. El juez Alistair Mc Creath
remarcó a Mangham que sus acciones no eran inofensivas y que habían
tenido "consecuencias reales y potencialmente muy serias", las que
podrían haber sido "realmente desastrosas" para Facebook.
"Usted y otros que se sientan tentados a actuar como
lo hizo usted deben entender de verdad lo serio que es esto",
finalizó Mc Creath . Fuente