Unos médicos lograron
reemplazar el órgano de un paciente por un dispositivo
mecánico, una especie de turbina con una serie de
rotores que bombea la sangre de manera continua sin
producir un pulso
En marzo del año pasado, Craig Lewis (55)
estaba muriendo de una afección cardíaca debido a una producción
anormal de malas proteínas (amiloidosis) que se acumulaban en sus
tejidos, y ni siquiera un marcapasos podía salvar su vida.
No obstante, dos doctores del Texas Heart Institute
propusieron y ejecutaron una nueva y revolucionaria solución:
instalar un dispositivo al que llamaron ‘continuous flow’ (“circulación
continua”) -en lugar del corazón- que le permitiría a la sangre
del paciente seguir fluyendo sin ningún pulso.
Un día después de que los especialistas Billy
Cohn y Bud Frazier efectuaran esta operación, el paciente
ya estaba despierto y hablando, según publica elcomercio.pe.
Los dos médicos habían desarrollado juntos el
aparato un tiempo atrás y lo habían probado con alrededor de 50
terneros: reemplazaron el corazón a cada animal y al día siguiente
ya estaban comiendo, durmiento y moviéndose, aunque ya no tenían
corazón bombeando la sangre en sus organismos.
“Si intentaras oír el pecho del ternero con un
estetoscopio, no oirías un latido de corazón”, dijo Cohn el
pasado junio. “Si lo midieras en el electrocardiograma, solo
arrojaría una línea”, agrega