Ellos se
autodenominan como "parte tienda, blog, revista y
wishlist" aunque están empezando a ser más conocidos con
la coletilla de 'la competencia de Pinterest':
se llama
Fancy,
permite compartir imágenes, agruparlas por gustos (lo
que su competencia hace) pero simplifica muchísimo más
el retorno de la 'aparición' a las marcas
Fancy pregunta sin miramientos si quieres comprar lo
que te está mostrando. Yves Saint-Laurent ya ha incluido en su
tienda online el botón para compartir en Fancy (un polo helado azul
muy en la línea de cosas monas que tanto triunfa en Pinterest) así
que si la red/tienda/cueva de los deseos consigue superar el boom de
su competidora inmediata, que ahora mismo lo abarca todo, podría
tener su recorrido.
Las cifras de visitantes de Fancy palidecen en
comparación con las de Pinterest. En octubre, los últimos datos
oficiales que han aparecido
en su blog, Fancy tuvo dos millones de visitantes.
Pinterest acaba de alcanzar la redonda e importante cifra de los 10
millones. Pero Fancy ha conseguido atraer a algunos nombres
interesantes para el nicho de mercado al que quieren llegar (gente
trendy), como la socialite Lauren Santo Domingo. Y sobre
todo ha seducido a algunas marcas. Además de los botones de
compartir, como YSL, Fancy ha
incluido una
sección de Deals, que permite acceder a
ofertas de sus partners.
¿Es por tanto Fancy una herramienta más fácil de
rentabilizar para las empresas? El número de usuarios es menor que
en los de su competidora, pero está claro que un botón que
lleve directamente a comprar es un elemento más fácil de
defender ante quienes toman las decisiones de marketing y
comunicación de las empresas que un tráfico que no deja de ser
referencial.
El site permite también encontrar los productos
haciendo únicamente una búsqueda por marcas,
partiendo de un índice que las agrupa y singulariza, dándoles mayor
presencia. Firmas como Louboutin comparten espacio con otras más
pequeñas, lo que posibilita dar visibilidad a cada enseña. Una vez
dentro del site de la marca, el usuario se encontrará con todos y
cada uno de los productos que han incorporado quienes utilizan Fancy
a la red (compartir imágenes es tan sencillo como en Pinterest),
haciendo mucho más sencillo el proceso de localizar qué se quiere de
esa marca y directamente comprarlo.
La estética de Fancy se aleja de la de Pinterest,
que recoge el espíritu de los cuadernos de recortes o de los
tablones con imágenes del pasado y que puede resultar ligeramente
abrumador para aquellos usuarios que se han acostumbrado al estilo
más limpio, más minimalista y más lleno de aire de la web
recientemente. Más que a Pinterest, Fancy recuerda en su
look and feel a Tumblr, la plataforma de
blogging.
Fancy también recuerda en otras pautas en su
funcionamiento a otros éxitos recientes, como Foursquare.
La red de geolocalización encontró en las
badges un filón, sintiendo los usuarios una
cierta (y ridícula) recompensa cuando descubre que ha desbloqueado
la medalla Bento, por las veces que come comida japonesa, o el
JetSetter, por fichar en diversos aeropuertos. Invitar a un primer
contacto en Fancy ya permite ascender a becario de marketing. .
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