Hacer conocida una firma es
todo un desafío para quienes recién se lanzan. Pero, a
partir de una utilización estratégica de Internet y las
redes sociales, se puede conseguir un posicionamiento
adecuado con un presupuesto limitado
Construir una marca personal exitosa es todo un
desafío para cualquiera que se lo proponga.
Sin embargo, Internet y las redes sociales
brindan oportunidades antes impensadas para lograr un
posicionamiento adecuado.
Allí, las destrezas y
competencias, la fuerza del compromiso, la
tenacidad y la estrategia son
algunos de los factores que se vuelven determinantes.
Sin embargo, centrarse únicamente en ellos, conduce
a uno de los principales errores que cometen
algunos: creer que la marca gira en torno a sus creadores,
cuando de hecho siempre lo hace alrededor de los clientes.
El poder del
cliente sobre la marca
Es que, de acuerdo con Puro Marketing, aún en el caso de los
autónomos o emprendedores, siempre son los demás
los que con su sello de aprobación o desaprobación
catapultarán una marca hacia el éxito, ya sea:
• Comprando o no el producto o servicio.
• Compartiendo los contenidos.
Por eso, hasta que un número suficiente de personas
no apueste por una empresa, no surgirá la magia, independientemente
de los factores mencionados.
Si bien esto siempre ocurrió, sucede aún más en
medio de la era digital.
Por eso, sólo atrayendo a defensores y
promotores de la firma dispuestos a propagar y viralizar los
contenidos y a "hacer ruido", ésta dispondrá del impulso
necesario para alcanzar la relevancia que se busca.
Esta es la razón por la cual los contenidos
deben ejercer una atracción magnética y estar
estratégicamente dirigidos a un nicho específico de
audiencia que pueda ayudar a conseguir los objetivos de la marca.
Los tipos de
clientes que "suman"
Desde Puro Marketing señalan que existen dos tipos de
consumidores de los cuales depende el éxito de cualquier
empresa. Ellos son los evangelistas y los
influencers.
Estas son sus principales características:
• Los "evangelistas" son personas
que se entusiasman con una marca y todo lo relacionado con ella. Por
lo tanto, se convierten en embajadores de la misma.
Constituyen, por así decirlo, una primera
línea de viralización. Por eso, al compartir los contenidos
en las redes sociales, hacen que estos lleguen muy lejos.
Son uno de los elementos esenciales de la
estrategia. Por eso, maximizar las interacciones positivas
con ellos y asegurarse de que estén "felices" es una de las
principales y constantes tareas para que una marca personal
despegue.
• Los influencers van aún un paso
más allá que los evangelistas.
Son personas con una buena reputación y consideradas
referentes en ciertas áreas de interés, ya que se
ganaron el respeto y hasta la admiración de la comunidad online.
Por eso, tenerlos a favor es una de las
mayores ventajas comparativas con las que puede contar toda
estrategia de personal branding, ya que pueden otorgar a la marca la
credibilidad necesaria para alcanzar la aprobación y el visto bueno
de muchos .
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