Los padres Teresa y Darren Avery, empezaron a preocuparse por el comportamiento de Zach y lo llevaron a los médicos.

Después de numerosas consultas y observaciones, el año pasado fue oficialmente diagnosticado por los médicos especialistas con el Desorden de Identidad de Género, por lo que Zach -luego de cuatro años- es uno de los más jóvenes afectados en el Reino Unido con este síndrome, publicó el Daily Mail.

Con sus trenzas rubias y tutú púrpura, Zachy, como cariñosamente se le conoce, ha estado viviendo como una niña durante más de un año.

Su madre, Teresa Avery, de 32 años, afirmó al Daily Mail que Zach era un niño "normal" pero de repente, a finales de 2010, empezó a comportarse como una niña. "Un día se acercó a mí y me dijo:" Mamá, soy una chica". Supuse que estaba pasando por una fase y sólo lo dejé en eso. Pero luego se puso serio y se molestaba mucho si alguien se refería a él como a un niño”, contó su madre.

"Solía llorar y trató de cortarse el pene de la frustración", agregó.

Sus padres lo llevaron a un especialista en el Tavistock & Patman NHS Foundation Trust en Londres, un fideicomiso especialista en salud mental, comprometidos a proporcionar servicios de salud mental a todos los que los necesitan.

Al principio sus padres pensaron que puede ser autista, pero después de varios meses con un psicólogo infantil, Zach fue diagnosticado con Trastorno de Identidad de Género. Se trata de un conflicto entre el sexo físico real de una persona y el sexo con el que ésta se identifica.

"Nos dijeron que a pesar de que tenía un cuerpo masculino, su cerebro le decía que era una niña”, dijo la madre del niño.

“En su escuela han hecho baños unisex, para uso de niños y niñas y se dirigen a él como una niña, que es lo que quiere”, agregó.

"Les explicamos a los otros niños en la escuela que el cuerpo de Zach es el de un niño, pero su cerebro le dice que es una niña. Nos dijeron que Zach estaba más feliz ahora. Los niños lo han aceptado y no ha habido ningún problema en la escuela con intimidación. La escuela ha sido brillante y realmente, un gran apoyo", sostuvo la mujer.

Cuando Zach va a la escuela, viste el uniforme de una niña, con pantalones y botas negras con el borde rosado.

"Él sólo quiere ser como una niña pequeña y está muy feliz con su larga cabellera rubia, dormitorio rosa y rojo y un armario lleno de ropa de niñas. Le gusta jugar con los juguetes viejos de su hermana, pero todavía juega con su hermano. Todavía guardamos en su armario ropa neutral, por si alguna vez decide usarla”.

"Lo dejamos para decidir lo que quiere hacer, si cambia de opinión y quiere ser un niño de nuevo y lo hace, pero si no lo hace, no lo hace. La gente necesita estar consciente de esta condición porque es más común de lo que parece. Hay muchos casos por ahí, pero las personas no quieren hablar de ello".

Este año, de acuerdo a cifras de la clínica Tavistock & Portman Foundation Trust, 165 niños han sido diagnosticados en el último año con Desorden de Identidad de Género en el Reino Unido.

Un portavoz de la clínica dijo que no podía hacer comentarios sobre casos individuales, pero informó que sólo siete niños menores de cinco años de edad fueron diagnosticados el año pasado con DIG, por lo que Zach es uno de los más jóvenes.

"Me encantaría tener a mi hijo nuevamente y a veces lo extraño, pero quiero que sea feliz. Si este es el camino que quiere tomar -si esto es lo que lo hace feliz- que así sea. Tendrá todo mi apoyo”, concluyó la madre de Zach