“Nadie puede asegurar que la crisis no va a afectar
a la región, pero América Latina está poniendo paneles de contención
para evitarlo”, señaló a Efe el secretario económico de la Alianza
Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), Diego Borja,
tras participar en un seminario sobre la crisis internacional
organizado por el Centro de Economía y Finanzas para el Desarrollo
de Argentina.
Para el economista ecuatoriano, el continente ha
logrado por ahora sortear lo más duro del naufragio financiero
internacional gracias en buena parte “a políticas nacionales y
soberanas que apuestan por un aumento del gasto público, el
fortalecimiento del Estado y un mayor control bancario”.
Además, Latinoamérica ya sufrió “episodios similares
al actual en las décadas de los ochenta y los noventa, durante los
que se aplicaron paquetes de austeridad tan rígidos como los que
ahora se imponen en Europa”, agregó.
A su juicio, “la salida neoliberal que Europa da a
la crisis, la está profundizando. La rigidez del sistema fiscal y
los ajustes sólo consiguen aumentar el problema porque crece el
desempleo y se contrae el crecimiento y la demanda”.
En su opinión, tanto esas crisis como la actual han
puesto de relieve “la crisis del sistema capitalista y del sistema
especulativo financiero” y cobra más importancia que nunca que
América Latina “siga avanzando en una nueva arquitectura financiera
internacional alternativa al Banco Mundial y el Fondo Monetario
Internacional”.
En esa línea se encuentra el Banco del Sur, que
entrará en funcionamiento en los próximos meses con una prioridad
clara: “Ser el brazo financiero de Unasur (Unión de Naciones
Suramericanas) y apoyar proyectos para la recuperación de la
soberanía” en cinco ámbitos: alimentación, sanidad, energía,
infraestructura y conocimiento.
Borja detalló que el Banco contará con un capital
inicial de 7.000 millones de dólares, de los cuales 6.000 saldrán de
los tres mayores países, Brasil, Venezuela y Argentina, mientras que
Bolivia, Ecuador, Uruguay y Paraguay pondrán los otros mil millones.
EFE