Parecida a la Argentina, pero
llevada al extremo. Las similitudes en materia económica con la
Venezuela de Hugo Chávez no se limitan a las elevadas tasas de
inflación, sino que aparecen también en otros campos, como las
políticas económicas expansivas, los controles cambiarios y el
manejo del presupuesto.
Para la economista Sara Levy, ex decana de la
Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad Central
de Venezuela (UCV), la alta inflación en ese país (23% interanual en
mayo) se debe a dos tipos de medidas. "Primero están las que limitan
la oferta, es decir, que han reducido la producción nacional, como
la ausencia de reglas de juego claras y un clima adverso a la
inversión. Luego están las que incentivan la demanda, es decir, las
políticas monetaria y fiscal expansivas."
En los últimos cinco años, lo que los economistas
llaman "M1", es decir, las monedas y billetes en circulación y los
depósitos en cuenta corriente, creció alrededor de 400% en
Venezuela. Para Lorenzo Sigaut Gravina, economista jefe de Ecolatina,
la inflación en la Argentina también responde al carácter expansivo
de las políticas fiscal y monetaria. En el país, según datos del
Banco Central, el M1 casi se triplicó en los últimos cinco años.
Sigaut Gravina, sin embargo, no ve tantas similitudes en los frenos
a la producción. "En la oferta local, hay cuellos de botella y se
han reducido los incentivos para invertir. Pero esto es más una
novedad, no es algo que viene pasando hace mucho tiempo."
Como en la Argentina, donde los reclamos sindicales
se han centrado en el impuesto a las ganancias, también en Venezuela
la inflación y la lenta actualización del mínimo no imponible
hicieron que cada vez más empleados deban pagar ese tributo (llamado
impuesto a la renta).
Las restricciones a la compra de dólares, que tienen
menos de un año en la Argentina, en Venezuela llevan más de nueve.
En ese país, al dólar del mercado negro -cuya cotización duplica los
4,3 bolívares por dólar que el Gobierno fijó desde hace más de dos
años- se lo llama "el innombrable", porque está prohibido hablar de
él en la prensa, en lo que representa la versión chavista de las
multas de Guillermo Moreno a las consultoras privadas.
Venezuela también tiene su propio "contado con liqui",
llamado "dólar Sitme" (sistema de transacciones con títulos en
moneda extranjera) y surge de la compraventa de bonos del Estado en
dólares.
Desaliento al ahorro
En los dos países, las tasas de interés que se pagan
a los depósitos son negativas en términos reales, lo que, como
aseguran Levy y Sigaut Gravina, desalienta el ahorro y fomenta el
consumo. Entre 2004 y 2011, el crecimiento promedio anual del
consumo privado fue de 7,7%. En el mismo período, el consumo en
Venezuela aumentó 8,5% anual.
Si bien en los últimos meses el gasto público en la
Argentina ha crecido más que los ingresos, la situación no llega al
extremo de Venezuela, donde el gobierno central registró un déficit
primario (antes del pago de intereses) en los últimos tres años.
Pero hay un parecido en las formas. Levy explicó que en el proyecto
presupuestario, el gobierno de Chávez establece un precio del
petróleo muy inferior al realmente esperado. "En el presupuesto se
pone un precio de entre 40 y 50 dólares por barril, pero el año
pasado el precio real estuvo alrededor de 100 dólares", señala.
Luciana Díaz Frers, directora de Política Fiscal del
Cippec, explicó que acá sucedió algo parecido: "En la Argentina lo
que se hizo fue subestimar la inflación, con lo que se terminó
recaudando más dinero que el esperado". Sin embargo, la experta
resaltó que esos fondos extra nunca superaron el 30% del monto
aprobado. En Venezuela, lo que Levy llama el "presupuesto
parafiscal" es casi tan grande como el oficial.
Por último, el gobierno venezolano suele mencionar
la inflación que surge de la variación del índice de precios al
consumidor (IPC). Levy, sin embargo, explicó que lo que se debe
analizar es el llamado "núcleo inflacionario", que excluye los
bienes controlados o que reciben subsidios.
En 2011, la inflación núcleo promedió 28% anual y la
variación del IPC, 26%. Acá, la inflación del Indec es menos de la
mitad que la que miden las provincias y las consultoras privadas.
Por lo menos en este punto, la Argentina "superó" a Venezuela.
26%
Inflación real
Es la variación de los precios que tuvo Venezuela en 2011, según las
confiables estadísticas oficiales.
9,5%
Inflación virtual
Es la variación de los precios que tuvo la Argentina, según las
cuestionadas estadísticas del Indec .
Fuente
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