Alguna vez se han preguntando ¿Qué deseos ocultan a los quince años?,
¿cuándo viven su mayor esplendor sexual?, ¿cuándo comienza a
disminuir su potencia sexual?. Especialistas han señalado que
existen 4 edades sexuales del hombre que comienzan desde los 15 años
hasta pasado los 70, así lo consigna el sitio Yahoo.com.
1. Menor de 25 (varón joven): Potencia sin
control
La adolescencia y posadolescencia se caracterizan principalmente por
una gran potencia sexual, a la que muchas veces se da salida a
través del onanismo (masturbación). Sin embargo, los cambios físicos
y psíquicos que se van produciendo hasta la llegada de la edad
adulta provocan cierta inestabilidad sexual.
El exceso de energía en el adolescente producen erecciones
involuntarias y poluciones nocturnas. Pese a que la virginidad se
pierde cada vez a más temprana edad, el tramo entre los 15 y los 25
es un periodo en el que aún se experimentan nuevas sensaciones y
obtiene una gran importancia debido a que la vida sexual estará
marcada siempre por estos primeros pasos.
Especialistas en sexología señalan que “Estos años son cruciales
para los hombres, ya que responden instintivamente a los estímulos
eróticos, siendo tan frecuente la bisexualidad como la eyaculación
precoz, sobre todo en relaciones esporádicas”. Además indican que
“En la adolescencia lo que sobra es libido, y ese es el problema:
hay un exceso de excitación sexual y abunda la eyaculación precoz,
que también se da por la mayor sensibilidad del pene o el miedo a
ser descubierto”.
En este sentido, “La disfunción eréctil viene dada por motivos
puramente psicológicos, en algunos casos la ansiedad genera una
vasoconstricción lo que provoca una disfunción eréctil psicógena e
intermitente, dependiendo de la situación y de la pareja”, afirma el
psicólogo y sexólogo Víctor Cascales.
2. Entre 25 y 30 años (adulto joven):
Experiencia y satisfacción
En este periodo, que se extiende hasta los 40, cristaliza la
identidad sexual y aumentan la autoestima y la necesidad de tener
contacto físico. La potencia sexual es alta pero moderada por la
estabilización del carácter. Las erecciones son menos frecuentes y
tardan algo más en llegar a su cumbre (entre 10 y 15 segundos) y el
ascenso testicular es ligeramente más lento.
La masturbación no es igual como en la adolescencia, existiendo una
disminución de ésta pese a que aumenta el consumo de pornografía.
Los problemas más frecuentes son enfermedades venéreas, mala
utilización de los métodos anticonceptivos y adicción al sexo y a
las drogas sexuales.
La años de experiencia, en este periodo, convierte el acto sexual en
una materia dominada, así lo señala el doctor Valdebenito, quien
puntualiza en que “El hombre cree que nace aprendido, y poco a poco
se da cuenta de que no es así: el acto sexual va mejorando con la
práctica”.
La sexóloga psicóloga Miren Larrazábal señala que “Lo psicológico
tiene incidencia en lo orgánico, y lo orgánico en lo psicológico.
Los problemas de erección a esta edad no son sólo una cuestión
mental”.
3. Entre 30 y 55 años (adulto maduro):
Madurez y deseo
En este tercer periodo se puede visualizar la crisis de los 40, la
cual se dispara notablemente en el deseo sexual psicológico, pero el
cuerpo no siempre obedece las órdenes del cerebro. A partir de los
45, comienzan los problemas de confianza al momento de tener
relaciones por lo que se recurre a los medicamentos que garantizan
la respuesta eréctil.
Entre los 45 y los 55 años aumentan los casos de infidelidad
principalmente por el aburrimiento, ya que en este periodo comienzan
a aparecer esas perversiones que ya no provocan sentimientos de
culpa. La masturbación apenas existe y la necesidad de conquista
supera al mismo deseo.
En cuanto a las erecciones, el pene tarda unos 20 segundos en
ponerse completamente duro, disminuye su turgencia y se alarga el
periodo entre erecciones. Uno de los grandes problemas en esta edad
es aceptar que se es demasiado joven para usar viagra y muy viejo
para tener una respuesta eréctil instantánea.
La clave es, como lo señala el sexólogo Mario del Valle, adaptarse a
la nueva situación: “Muchos hombres piensan que su pene es como su
mano, y no es así; el pene tiene su propio impulso y no reacciona a
las órdenes, sino a los deseos”.
Ante este panorama, el psicólogo sexólogo Miguel Ángel Cueto
recomienda “modificar las actitudes negativas, afrontar la madurez y
asumir una responsabilidad sobre los problemas sexuales y su
solución”.
4. Mayor de 55 años (adulto mayor): Sexo
después del sexo
Como dice el sexólogo Francisco Cabello, “la sexualidad en edades
maduras es diferente pero no inexistente, no subimos las escaleras a
la misma velocidad con 60 años que con 30, pero las subimos”.
En este periodo el tiempo no pasa en vano, ya que a partir de los 75
años la erección puede tardar hasta cinco minutos en llegar a su
cima, cuesta mucho llegar al orgasmo y el pene exige una
estimulación mucho más prolongada para alcanzarlo.
El doctor Felipe Casanueva asegura que, “no existe la andropausia
como fenómeno similar a la menopausia femenina”, es decir, los
cambios que experimentan los hombres a partir de los 50 años son
menos significativos que los de las mujeres: los niveles de
testosterona se reducen muy poco, pero sí baja la producción de
semen y espermatozoides y también el deseo sexual.
Los sexólogos de Bayer Healthcare coinciden en recomendar para los
trastornos sexuales de esta edad un tratamiento farmacológico que
aúne testosterona y vardenafilo, con el objetivo de “recuperar la
erección, maximizar el estado físico y mejorar el estado anímico en
general”.
Lo anterior, en el terreno físico, pero en cuanto al mental, la
psicóloga Charo Valdés Santoja afirma que “del estado de salud y del
conocimiento de cómo afectan determinadas enfermedades a la vida
sexual depende que se pueda producir incluso un enriquecimiento de
la sexualidad”.
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