Octavo juego del partido entre Jo-WilfriedTsonga y Mardy Fish en Wimbledon este martes. Saca el estadounidense y... un gran "¡oh!" suena en la cancha. ¿Qué pasó? La pelota, que viajaba a 186 kilómetros por hora, golpeó directamente en el ojo derecho de una jueza de línea que se encontraba detrás de Tsonga.

Inmediatamente, el jugador francés se acercó a la jueza para interesarse por su estado. En un principio, la joven trató de quedarse en la pista para seguir ejerciendo su labor (antes del bolazo había indicado la falta de saque de Fish), pero el dolor era demasiado para continuar arbitrando, así que se retiró entre los aplausos del público, que no deben haber podido imaginar lo que se siente semejante golpe