COMO
DETERMINAR SI TU HIJO TIENE UNA INTELIGENCIA SUPERIOR
Ser madre de un hijo
brillante es un privilegio, pero también un reto. Cuando
él piensa, ya tu mente tiene que estar cien millas
adelante. La respuesta adecuada debe estar en tus labios
y tus reacciones, preparadas. Es una experiencia
hermosa, pero hay que vivir en estado de alerta
intelectual.
No me refiero al niño genio,
sino al que tiene inteligencia superior. Aparte de llenarte de
preguntas y encontrar soluciones antes que tú misma, ¿qué problemas
de manejo pueden producirse?
Muchos padres entran en un culto a su propio ego porque tienen un
hijo brillante. Le ponen al ambiente escolar y a los maestros una
presión indebida en cuanto a cómo tratar al niño, sobre todo
abogando por privilegios:
-Le ponen presiones indebidas al niño exigiéndole más porque son
brillantes. Deciden que su hijo es genio y les hacen la vida
imposible con la carga de estudios y cómo cumplir con ella.
-Se les ocurre todo tipo de actividades extracurriculares porque el
niño es muy inteligente, partiendo de la premisa que sin tiempo
pueden cumplir con las tareas escolares.
-Los convierten en centros de atención de toda la familia y las
amistades, creándoles un sentido de posesión y superioridad sobre
todo.
-Se comportan con aires de superioridad delante de los padres de los
compañeros de escuelas de sus hijos, y, por supuesto, sus hijos los
imitan. Les crean un ambiente social hostil en la escuela.
-No entienden la diferencia entre la capacidad intelectual y el
desarrollo social y emocional del niño. La realidad es que el área
intelectual se desarrolla paralela a lo emocional.
Ser brillante no es sinónimo de madurez emocional. Pero les exigen a
los hijos lo que no pueden dar a nivel psicológico y no los ayudan a
tener un desarrollo social normal a tono con su edad cronológica.
¿Qué determina que un niño sea catalogado como brillante o genio?
La medida tradicional aceptada es el IQ o cociente de
inteligencia. Se administran unos exámenes estandarizados y la
escala es:
-90-110-inteligencia promedio
-110-119 inteligencia superior
-120-140- inteligencia muy superior
-Sobre 140- genio o casi genio
Esos exámenes revelan también unas destrezas de ejecutoria cuya
interpretación es individual. Sin embargo, hay otras conductas que
se observan en la escuela y a menudo en su hogar, que identifican a
un niño brillante:
-Conoce la respuesta a lo que le preguntan
-Se interesa en todo
-Atiende
-Tiene buenas ideas
-Trabaja duro en sus deberes escolares
-Responde las preguntas que le hacen
-Es receptivo
-Copia con precisión
-Disfruta la escuela
-Absorbe información
-Es bueno memorizando
-Es alerta
-Está por encima de su grupo
-Escucha con interés
-Aprende con facilidad
-Entiende las ideas
-Disfruta de sus compañeros
-Entiende los significados de lo que lee y escucha
-Completa las tareas
-Se complace en aprender
Si tu hijo es brillante, apóyalo en sus aprendizajes sin sacrificar
su adaptación social. Recuerda que su madurez emocional no
necesariamente responde a su inteligencia. Necesita tener amigos,
jugar y crecer a tono con su edad. En muchas creaciones, sus
reacciones van a ser al nivel de su edad y no de su inteligencia. No
le pongas presión. Y cuando te abrume haciendo preguntas cuyas
respuestas tú no sabes, tampoco te pongas presión tú. Sugiérele que
busque información por sí mismo y después la comparta contigo.
Por Ofelia Perez
Fuente:
http://voces.huffingtonpost.com
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