Según informan agencias internacionales
de noticias, Hosni Mubarak está "clínicamente muerto"
tras sufrir una serie de episodios cardíacos.
"El corazón del ex presidente Hosni Mubarak (...) se
detuvo y recibió cuidados médicos utilizando un
desfibrilador", indicó la agencia oficial Mena citando a
fuentes de seguridad. "El estado de salud de Mubarak
entró en una fase grave", agregó.
El derrocado dictador egipcio, encarcelado desde hace
casi dos semanas, fue trasladado a un hospital, pero la
agencia Reuters lo da por muerto "clínicamente".
También fue víctima de un ataque
cerebral como consecuencia de una "degradación del
estado de salud", informó la televisión pública.
Fuentes de seguridad dieron cuenta de depresión aguda,
dificultades respiratorias e hipertensión.
Días atrás, se supo que el ex gobernante corría riesgo
de sufrir una embolia por el deterioro de su salud.
Además, trascendió que en ocasiones se niega a comer y
que cree que existe un complot para asesinarlo dentro de
la prisión.
Su familia pidió que sea trasladado a un hospital para
que quede detenido allí, como fue el caso antes de su
condena, pero las autoridades informaron que aún no
habían tomado una decisión y que Mubarak sería "tratado
como cualquier otro prisionero"