El estudio numerológico no
solamente es importante para conocer nuestra
personalidad sino que también nos permite obtener la
clave que nos acerca al conocimiento de cuál es nuestra
misión en este mundo. El estado de paz y armonía se
consigue sólo cuando tenemos la certeza absoluta de que
estamos cumpliendo con lo establecido
La misión refleja hacia dónde
vamos, qué es lo que venimos a cumplir. ¿Por qué vinimos a esta
vida? ¿Qué vinimos a aprender? Es la ruta a seguir para concretar la
realización espiritual y material. La misión marca el recorrido
hacia la felicidad ya que, al sintonizarnos con nuestro propósito
superior, con lo que vinimos a aprender, automáticamente comienzan a
abrirse todos los caminos: el camino del amor, el camino de la
prosperidad, el camino del éxito en todas sus manifestaciones.
En estos casos, nos resulta mucho más fácil expresar satisfacción
con la vida y hay una especie de reconciliación con todo lo que nos
ha tocado vivir antes de encontrar este sendero de perfección que es
el cumplimiento de la misión.
¿Cómo reconocerla?
Para conocer nuestra misión debemos sumar nuestra fecha de
nacimiento y reducir el resultado a un dígito. Este número se
calcula sumando cada uno de los valores absolutos de la fecha
completa de nacimiento: día, mes y año. Por ejemplo, si alguien
nació el 06 de julio de 1982, sumará: 0+6+0+7+1+9+8+2=33, se
continúa reduciendo 3+3=6, la misión para ésta persona es realizar
el número 6 en su aspecto positivo.
Se toma en cuenta únicamente los aspectos positivos del número que
corresponde a la misión porque precisamente es lo que venimos a
trabajar, no afecta lo negativo del número (porque, lógicamente, no
venimos a aprender nada negativo).
El número 1. A nivel espiritual, le corresponde aprender a
tomar iniciativas, a ser “humilde y manso de corazón”; debe mejorar
su creatividad, creer en sus proyectos y expresar cosas nuevas.
Tiene que dejar de conformase con las cosas que ya están hechas,
debe aprender a prescindir del facilismo para ?comenzar a crear y
desarrollar la originalidad. También, debe animarse a pasar de la
inactividad a la acción constructiva, a crear nuevos puntos de
partida y aprender a ser honrado.
En el plano profesional, se sugieren las carreras de dibujante,
arquitecto, diseñador, editor, publicista, inventor, productor de
cine o televisión, toda clase de actividades relacionadas con el
mundo teatral, bailarín y cualquier trabajo creativo.
El número 2. Viene a reconocer que debe pensar en los demás ya
que no sólo sus intereses mueven el mundo. Tiene que aprender a
respetar las ideas de los demás y convivir en un ambiente sereno
intentando limar asperezas y colaborar con los demás; a desarrollar
la solidaridad; a expresar emociones, a compartir sentimientos, a
abrirse al mundo de los otros e intentar incluirse. Su misión es
aprender a asociarse sin depender de alguien, a ser consecuente en
lo que emprende dejándose guiar por su Maestro Interior, a
distinguir lo mejor y las cosas buenas para sí mismo y para su vida,
lo positivo e importante de cada persona, de cada situación o
relación para poder, así, alcanzar su Bien Superior.
A nivel profesional, lo que se ajusta a ellos es todo lo que
implique negociaciones, trabajo en equipo, que requiera cooperación
y que sea guiado por un líder positivo, tanto en el área del
comercio y la industria como en la psicología, la psiquiatría, la
abogacía, la filosofía, las letras, el periodismo, todo lo que tenga
que ver con la comunicación, la fotografía y todo lo relacionado con
la carrera diplomática.
El número 3. Tiene como misión aprender a ver las cosas más
positivamente, a darle un valor añadido a todo. Vienen a desarrollar
la confianza en sí mismos, la creatividad, la capacidad artística, a
ser optimistas, felices, a expresar la alegría, a tomar la vida como
un juego, con entusiasmo, pasión, júbilo, a relajarse, a dejar la
rigidez a un lado y a ser flexibles. Su aprendizaje primordial es a
ser positivo, a tener el estado mental despejado, a ser abierto y
receptivo a las cosas nuevas y maravillosas que la vida ofrece a
cada ser. Debe aprender a relacionarse con personas diferentes a las
del entorno inmediato ampliando el círculo social, a encontrar el
placer de las pequeñas cosas, a disfrutar la naturaleza, a aprender
a ser hedonistas.
A nivel de profesión, les conviene todo aquello que tenga relación
con la expresión artística: actuación, canto, composición,
animación, mímica, medios de comunicación en general, prensa, cine,
radio, televisión, humorismo, y todo lo que conlleve información y
relación con masas de personas, relaciones públicas, gastronomía,
alta cocina, hotelería, organización de eventos sociales y ecología.
El número 4. El lema del número cuatro como aprendizaje es “El
que vive para servir, sirve para vivir”. Este número viene a
desarrollar la inteligencia, a encontrar la sabiduría, el sentido de
la responsabilidad, a prestar servicio desinteresado a la humanidad,
a realizar un trabajo constructivo, con los pies bien afirmados en
la tierra que manifieste excelencia y honestidad.
Por la capacidad organizativa y la disciplina que vienen a integrar,
se adecuan a la carrera militar. Por su capacidad lógica, se
realizan a través de todas las profesiones que manejen números y
dinero, por ejemplo, contaduría, economía, administración de
empresas, agentes de la Bolsa de Valores; agente de seguros;
matemáticas, física, química, farmacia, arquitectura, ingeniería,
toda la rama de la construcción, la minería, la carrera bancaria,
bienes raíces. Por su minuciosidad y paciencia, se adecuan a la
práctica de la relojería, la joyería, la mecánica, la electricidad,
la informática, el derecho laboral y la filantropía.
El número 5. Viene a aprender a tener disciplina. La
organización es primordial para poder llevar bien este aprendizaje:
deben ser constantes en todos los aspectos de su vida, aprender a
desarrollar la flexibilidad, la movilidad interna, la versatilidad,
a superar los miedos a los cambios, a aprender a utilizar con
sabiduría su libertad.
Profesionalmente, les corresponde ejercer todo lo relacionado con el
mundo de la pedagogía la cual los realiza ya que alcanzan su misión
a través del ejercicio de la enseñanza en el área que decidan.
También son buenos decoradores, diseñadores, instructores de
aerobics o de la especialidad deportiva que deseen, todo lo que se
refiera a la esfera artística (pintura, escultura, música, danza,
canto, expresión corporal, críticos de arte o modelaje), diseño
industrial, agentes de viajes, azafatas, periodistas y toda carrera
que implique cambios de escenarios, estructura e ideas.
El número 6. Su misión radica en encontrar a Dios dentro de
sí mismos, en cada persona y en cada situación. Este número debe
crecer interior y espiritualmente: vienen a desarrollar la fe, a
realizar un sendero espiritual y a compartirlo, a seguir su
intuición, su sexto sentido que suele ser muy agudo, a dejarse fluir
con el ritmo natural de la vida y los acontecimientos sacando un
hermoso aprendizaje de cada situación vivida sin prisas. Están en
este mundo para ser conscientes de la realidad sutil de los pequeños
y dulces detalles, vienen a integrar lo humano con lo divino, a
“tener los pies en el suelo y los ojos en el cielo”, a lograr la
unidad interna superando la falsa sensación de separación con el
Creador, a aprender a estar satisfechos con lo que son y con lo que
han hecho. Les corresponde aprender a ser responsables, hogareños,
amorosos, a nutrirse interiormente, a ayudar a los demás sin esperar
una retribución por hacerlo, a decir y a defender la verdad sin
temor a las consecuencias.
A nivel profesional: asistentes sociales, todos aquellos cargos
gerenciales que impliquen altas responsabilidades y toma de
decisiones; recursos humanos, docencia, consejeros, arbitrajes,
consultores, y todo lo relacionado con psiquiatría, psicología y
psicopedagogía.
El número 7. Vienen a este mundo ser escuchados, a
convertirse en líderes, en oradores, en dirigentes de la actividad
profesional que decidan realizar, a dirigir grupos, a exponer ideas.
También a desarrollar la compasión y la misericordia, a ser
independientes y creer en sí mismos, a disfrutar y aprender de la
soledad, a reconocer constantemente cuales son las prioridades en la
vida, y saber qué camino tomar, a profundizar en conocimientos
espirituales a través de estudios esotéricos como el tarot y de
diferentes tipos de meditación que los conecten con su poder
interior, a desarrollar toda actividad que lleve paz.
A nivel profesional, se adecuan a todo cargo que aplique liderazgo
empresarial, político, social, económico o espiritual. A todo
aquello que -de alguna forma- vaya dirigido a las masas: vendedores,
promotores, dirigentes políticos, dirección de sindicatos,
comunicadores sociales, jueces, reformadores públicos y cargos
políticos que impliquen dirigencia.
El número 8. Vienen a desarrollar el orden y la constancia, a
aprender a creer en sí mismos y en el manejo de su energía, a
superar los miedos, a ser tolerantes, at ener flexibilidad en los
criterios y creencias, a desarrollar la confianza y la inocencia
curando viejas heridas, a encontrar dentro en sí la pureza, aprender
a ser como niños “mansos y puros de corazón”. Son sanadores en la
propia vida y luego, lo hacen extensivo a los demás. Son excelentes
para planificar, concretar y realizar el éxito financiero
equilibrando lo material con lo espiritual, encontrando a Dios en la
energía del dinero sin convertir el dinero en un falso ídolo.
Se realizan profesionalmente a través de toda empresa económica
grande, como banqueros, abogados corporativos, asesores de empresas
y todo lo relacionado con el área de la salud: médicos, enfermeros,
dietistas, psicopedagogos, odontólogos, investigadores y todo lo
relacionado con la medicina alternativa de la nueva era.
El número 9. Viene a realizarse en todas las áreas de la
vida, con un crecimiento general. Están aquí para concretar cosas,
aprender a terminar todo aquello que comiencen o han comenzado en
otras etapas, a lograr el éxito en todo lo que emprendan, a hacer
las cosas bien hechas, a ser profundos, consistentes, coherentes y,
sobre todo muy constantes. También están aquí para desarrollar amor
y tolerancia hacia el prójimo, ser compasivos y situarse en el lugar
del otro; vienen a desarrollar el altruismo, a soltar el juicio
sobre personas, a dejar correr las cosas que no son importantes, a
ver los aspectos más sutiles, más profundos, asumiendo su propio
aprendizaje, a tener agilidad en los procesos de aprendizaje, a no
demorarse tanto en analizar e integrar a su vida los nuevos
conceptos, a realizar ideales nobles.
A nivel profesional, cumple su misión cuando alcanza la realización
en el área económica que elija desempeñarse, especialmente, cuando
ésta tenga relación con crear beneficios para grandes cantidades de
personas, todo lo referente a la asistencia social, organizaciones
que incluyan planes filantrópicos o educativos, el área de la
educación y la pedagogía en general, escritor, abogado laboral en
sindicatos de trabajadores, comunicadores sociales y en fin todo
aquello en que se obtenga realización, proyección y beneficio de la
humanidad.
Fuente:
http://www.entremujeres.com