El Life-expectancy Timepiece
(reloj de expectativa de vida), creado por David Kendrick, calcula
el tiempo de vida de una persona, a partir de datos cuantificables,
con el que se inicia una cuenta regresiva.
El dispositivo toma en consideración la edad a la que murieron los
padres, el estado civil, el nivel económico, la cantidad de
ejercicio semanal, la propensión a contraer enfermedades y si se es
fumador, alcohólico o drogadicto.
Pero si la persona es asustadiza, luego de haberlo comprado con el
afán de organizar la vida sabiendo el momento exacto de su deceso,
tiene la opción de usarlo sólo como reloj y simplemente se desactiva
o esconde esta función que segundo a segundo te va acercando a la
hora de tu muerte. También pueden reactivarlo cuando vuelva a
sentirse preparada para afrontar su destino.
Para los que tengan memoria frágil hay una versión que incluye un
sonido de alerta que chilla periódicamente, así nadie olvida que
cada segundo está más cerca de morir. Incluso existe la opción de
programarlo para que suene sólo en un determinado momento del día,
así no resulta tan molesto.
Más allá de la evidente falta de cientificidad de este reloj, que
nunca pasó de ser un proyecto irrealizado al que le sobraban
debilidades teóricas para probar su capacidad de calcular
efectivamente la muerte de una persona, la intención de su creador
no era verdaderamente científica. Por el contrario, su objetivo era
hacerle notar a la gente que los malos hábitos alimenticios y el
sedentarismo deterioran minuto a minuto la calidad de vida.
Fuente:
http://www.larepublica.pe