De acuerdo a Paul Keenan, el jefe de Policia en
Quincy, Massachusetts, donde los agentes de esa ciudad vienen
utilizando el identificador desde hace meses, el impacto del
TruNarc es comparable con el del alcoholímetro, el instrumento
que permite averiguar el nivel de alcohol del conductor mediante
una prueba de aliento.
El identificador, que por ahora solo es empleado
por la Policía de las ciudades de Boston, Chicago y Los Ángeles,
arroja una luz láser sobre la sustancia y el dispositivo compara
el patrón con los de su biblioteca, e inmediatamente puede
reconocer de qué droga ilegal se trata.
El dispositivo "quita una gran parte de la
interferencia humana entre el arresto y el juicio", argumenta
Keenan en favor del TruNarc, que se espera juegue un papel clave
en la lucha contra la nueva droga de moda, conocida como "ondas
de marfil" o "sales de baño", un estupefaciente cuya composición
variable vuelve difícil su identificación.
Pese a que los oficiales antinarcóticos ya
utilizan un instrumento similar desde hace años, en esos casos
la evidencia es alterada y en algunos casos destruida al entrar
en contacto con el producto químico que el dispositivo utiliza
para el reconocimiento, que además solo puede utilizarse una
sola vez.
Por su parte, el TruNarc tiene un uso ilimitado,
y según sus creadores, puede identificar una sustencia "del
tamaño de un grano de arroz" sin destruirla.
Sin embargo, no todos los expertos en la materia
están convencidos del impacto que tendrá este dispositivo en la
lucha contra el narcotráfico.
Para Joseph Bozenko, funcionario de la DEA, la
agencia estatal antidrogas de los Estados Unidos, pese a la gran
aceptación que el identificador está consiguiendo en algunos
departamentos de Policia, el asunto es más complicado, según
recoge el Wall Street Journal en una nota sobre el TruNarc.
"Esta tecnología no es en absoluto un sustituto
para el análisis rutinario completo y un laboratorio
certificado", dijo Bozenko. "Yo no iría a los tribunales sobre
la base de una prueba que hice en un laboratorio clandestino en
el centro de la escena del crimen"
.
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