En estos días, los usuarios que viven en los barrios
donde comenzó la quita de los subsidios estatales en la luz, el agua
y el gas, empezaron a recibir las facturas con los aumentos. Las
primeras en llegar fueron las boletas de la luz donde los
incrementos, en algunos casos, superan el 300 por ciento.
De acuerdo a lo dispuesto por el Gobierno, desde el
1 de enero 280.000 clientes de distintos barrios perdieron
totalmente los subsidios a los servicios públicos. Son los que viven
en Puerto Madero, Barrio Parque, en determinados edificios torres de
Buenos Aires y en zonas de Recoleta, Barrio Norte y Palermo. También
abarca a algunos usuarios bonaerenses de La Horqueta, Barrancas de
San Isidro y Punta Chica. A estos se suman los habitantes de los
countries y barrios cerrados de todo el país.
Además, están quienes reciben doble opción de pago,
alrededor de 25.000 hogares . Se trata de aquellos usuarios
que viven en determinados sectores de los barrios de Núñez,
Belgrano, Recoleta, Retiro y Palermo y en seis zonas específicas de
San Isidro y Olivos.
Perteneciente a esta franja, un usuario que vive en
un departamento cercano a la esquina de Cabello y Scalabrini Ortiz,
recibió su factura de luz con dos talones de pago: la opción con
subsidio por $48,51 por un consumo de 456 KWs y aquella sin
la compensación estatal por $269,83 . Mientras que, en el mismo
periodo del 2011, por un consumo de 589 KWs, la boleta le llegó
por $ 65,11.
El alza entre la factura del año pasado con subsidio
y la de este año sin el beneficio es del 313 por ciento.
En el Gran Buenos Aires, el dueño de una casa en
barrio privado de Tigre, mostraba ayer su factura de Edenor: “El
consumo, entre el 23 de diciembre de 2011 y el 23 de febrero de
2012, fue de 2.041 kilowatts”, detalló. Y la factura ascendió a
$1.242,25 (todavía con un subsidio incluido de $58,75, por los
días de consumo de diciembre). En el mismo lapso del año pasado, por
un consumo de 1.755 kilowatts, la cuenta resultó de $583,25 .
Es decir que el monto de la factura se encareció 112%.
“Hay casos, como éste, explica Fernando Blanco Muiño,
de la asociación Unión de Consumidores de Argentina (UCA)-, en los
que a demás de la quita de los subsidios, se suma alguna
penalidad por el PURE (el sistema de precios y castigos según el
consumo) y el aumento del KWs que pasó de $0,2940 $0,37220 y que
se aplica a todos los usuarios ”, detalló.
En algunas de las áreas con doble opción de pago,
los usuarios que consideran que necesitan mantener el subsidio deben
completar una declaración jurada para justificar su necesidad. Entre
las razones que pueden aducir están: ser jubilados con la mínima
pensión, recibir algún tipo de plan social o asignación familiar y
no percibir los ingresos suficientes para poder afrontar el aumento.
María, que vive en Palermo, frente al zoológico,
entró también en ese grupo. Detectó por el cajero automático (antes
de que llegara su factura de papel) que la boleta de la luz venía
con dos opciones de pago: $25 pesos, con el subsidio o $151, sin
él.
Como mucha gente que se vio en esta disyuntiva, la
mujer pagó el monto más bajo pero sabe que será por poco tiempo, ya
que no tiene razones que justifiquen completar el formulario para no
perder el subsidio. Su amiga Amparo, dueña de un departamento con
amenities en Palermo que ya perdió el subsidio, contó: “Si bien
venia pagando facturas de luz de $20, este verano, con el uso del
aire acondicionado, el monto llegó a ser de $60. Pero la última
boleta, ya sin el beneficio, me vino por $416.20” , dijo.
Además de la quita de subsidios y el mayor costo de
la energía, en las facturas pesa otro factor: también aumenta el
monto básico sobre el que el Estado recauda los distintos
impuestos proporcionales, que oscilan en el 30% para los usuarios
porteños y en el 36% para aquellos bonaerenses .
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