EL DRAMA DE CARLIN CALVO 

-En una nota con revista Pronto dijiste que Carlín no se puede conectar completamente con la realidad. ¿Cómo es eso?

-Científicamente quizá no te pueda dar la explicación exacta, pero una persona que tuvo un ACV y tiene una lesión, como tuvo él, que le afectó toda la parte cognitiva, dificulta la parte del lenguaje y la comprensión. No es que él esté autista y fuera del mundo. Hay momentos en que se conecta más y otros menos. Es como un niño que tiene que aprender todo desde cero, desde leer y comunicarse; hay palabras que confunde, el significado de una palabra por otra.

-¿Pero tuvo algunos avances?

-Sí, avanzó bastante de lo que se esperaba, porque la lesión realmente fue grave y se está rehabilitando todos los días, no en la parte motora. En este segundo ACV no fue afectada esa parte, sino todo lo que tiene que ver con la inteligencia, lo cognitivo. Le quedó una afasia, que es grave porque tiene un grado de evolución que no sabemos si va a superar más allá de eso.

-¿Carlín tiene recuerdos del pasado?

-El pasado lo recuerda perfecto, lo que más se ve afectado en este tipo de lesión es la memoria reciente. Es decir, todo lo que tenga que aprender nuevamente es donde se ve más afectado. En cuanto a la memoria pasada, te puede contar todo. A veces en una charla con él, pierde el sentido porque cambia el nombre de las palabras.

-¿Tiene fluidez al hablar o lo hace pausado?

-A veces tiene fluidez pero algunas palabras no corresponden a lo que él quiere decir; y él cree que lo que está diciendo es lo correcto.

-Vos dijiste que ahora "está en manos de Dios". El tuvo una recuperación milagrosa, si se quiere, porque fue grave lo que le pasó. ¿Tiene que ver con eso?

-Sí. Yo no soy neuróloga ni nada, pero por lo que charlo con los médicos sé que llega a un techo. Igual siempre está la posibilidad de seguir rehabilitándose y realmente siempre nos sorprendió. Con el primer ACV decían que no iba a poder volver a caminar o que no iba a poder mover la mano, sin embargo él es tan obstinado que siempre tiene esas ganas de recuperarse. En este caso es distinto porque es una parte de la conciencia que también está tomada.

-En el verano Carlín volvió al trabajo con la dirección de la obra teatral Boeing Boeing. ¿Cómo se desenvolvió?

-Esa fue una brillante idea de Javier (Faroni). En el lugar en el que él tiene más conexión, más fluidez y más lucidez es justamente cuando se conecta con lo laboral, con su trabajo. El ahí saca unas cosas que decís "cómo puede ser si recién le pregunté cómo se llamaba y no supo responderme", y de repente es capaz de decir: "A la obra hay que sacarle 20 minutos", por ejemplo. Nos sorprende todo el tiempo.

-Dijiste que a veces no recuerda su nombre. ¿Es una forma de decir o es así?

-No, le ha pasado también. Es normal dentro de estos cuadros. Hay días en que le preguntás cómo se llama o que día es y puede decirlo, otros no.

-¿Y cómo es la relación con sus hijos?

-Ahí es como que también tiene una conexión muy especial. No los olvida, necesita de repente verlos y estamos en comunicación permanente; es como si estuviera con nosotros. Además vivimos muy cerquita, entonces salimos del cole y lo vamos a ver, a tomar la leche. Cuando él tiene ganas de venir, el enfermero lo trae a casa.

-¿Carlín esta todo el tiempo acompañado?

-Sí. Lamentablemente no puede estar ni un segundo solo, no puede cuidarse por sí mismo.

-Vos estabas separada de él de antes del ACV, pero seguís acompañándolo…

-Sí, por supuesto, porque nos nace a los dos así. Aparte hubo mucho amor en nuestra pareja y es el papá de mis hijos. Y es quién es para mí, y eso va a ser eterno. No va a ser una relación de pareja, el amor está pero es otro tipo de amor.


Fuente: http://www.ciudad.com.ar