De todos los alimentos
beneficiosos para la salud, hay algunos que pueden
generar resistencia debido a su elaboración, su
apariencia, su sabor o su olor. Aquí, cuatro que
desagradan a casi todo el mundo, pero ayudan a mejorar
nuestra calidad de vida
Hígado
Al ser el órgano encargado de filtrar las toxinas del
cuerpo, tiene un aspecto horrible, huele mal y a muchos les resulta
desagradable al paladar. Pero consumirlo aporta vitaminas y
minerales que ayudan a mejorar el sistema inmunológico y
cardiovascular.
Seso
Desde el vamos, el seso logra acobardar a cualquiera: no es
fácil comerse el cerebro de otro animal. No obstante, vale la pena
probarlo: brinda niacina, vitamina B12, vitamina C y hierro. Además,
es muy rico en proteínas, muy bajo en calorías y no tiene hidratos
de carbono, perfecto para la dieta.
Morcilla
La morcilla no es mucho más que sangre coagulada y puede
resultar bastante asquerosa. Eso sí: es una excelente fuente de
proteínas, hierro y zinc, esenciales para el cuerpo. Como el seso,
tampoco tiene hidratos de carbono.
Kimchi
Es un alimento común en la dieta coreana, que se basa en la
fermentación de la col y otras verduras. El proceso elimina todas
las bacterias presentes en la comida. ¿El resultado? Un sabor muy
salado y picante, un olor espantoso, pero un gran aporte de
vitaminas B y C