El senador kirchnerista Aníbal
Fernández presentó un proyecto de ley que plantea la despenalización
de la tenencia de drogas para consumo personal.
"Buscamos priorizar los derechos humanos de segunda generación:
primero atender la salud de quien consume y después atacar el
narcotrafico", declaró Fernández en una conferencia de prensa
ofrecida esta tarde en el salón "Arturo Illia" del Senado.
La iniciativa de Fernández busca evitar la criminalización de la
persona que consume que, en definitiva, "padece una enfermedad que
tiene que ser resuelta por el Estado", consideró.
Al fundamentar su proyecto, el ex jefe de Gabinete advirtió el
"fracaso" de la ley vigente sobre estupefacientes, la 23.737, que
plantea derogar y que, según evaluó, "sólo consiguió atacar a los
eslabones más débiles y a los perejiles".
Según Fernández, lo único que consiguió la actual legislación es
"hacer un enorme daño", incentivar "el hacinamiento carcelario" y
"llenar juzgados de causas que no tienen que ver con la seriedad".
El proyecto del también exministro del Interior busca considerar a
quien ingiere estupefacientes, ya sea marihuana, cocaína o cualquier
otra droga, como un "objeto al que hay que ayudar y no
estigmatizarlo con una pena", aunque aclaró que "no pretende ser
permisivo" a la hora de castigar.
"Ninguno de nosotros deja de pensar en el narcotráfico y en el
ataque a aquellos que le venden mugre a nuestros hijos", advirtió, y
dijo no tener "dudas de que los consumidores son víctimas visibles
de las bandas de narcotraficantes".
Precisó que su propuesta intenta no penalizar el consumo cuando sea
"escasa la cantidad de droga hallada y no ponga en peligro a
terceros" y adelantó que determina un castigo a quien trafique
drogas con la misma pena, de entre 8 a 25 años, que la prevista para
el homicidio simple.
También establece la despenalización del autocultivo para "no
obligar al consumidor a tener que comprarle a un narcotraficante" y
agrava el castigo a quien cometa "apología" del uso de drogas
"cuando se utilicen para ello medios masivos de comunicación".
Antes de cerrar la rueda de prensa, Fernández tuvo un cruce con el
diputado del peronsimo disidente Eduardo Amadeo, y con miembros de
la Red de Madres y Familiares de Víctimas de Drogas, que le
cuestionaron no haber sido consultados