"Cuevana se mantiene con dinero
personal y no produce ganancias. Ni siquiera la puedo mantener mucho
tiempo más. Estamos haciendo una especie de último esfuerzo, tal vez
por creer en ciertas cosas, por ideales, muy lejos de ser un
negocio, hay toda una estructura armada para bajar a Cuevana. Si
fuera millonario no estaría en San Juan, no estaría haciendo lo
mismo que hago hace años, creo que sería distinto", dijo Escobar en
entrevista con Pagina12.com indicando, además, que no han recibido
más de 200 dólares solo en donaciones.
Asimismo, refirió que el gran problema es que lo "quieren meter
preso por evidenciar una falta del mercado" y la reticencia de la
industria del entretenimiento en satisfacer aquella demanda de los
usuarios.
"Lo que pasa es que implica para ellos ganar menos de lo que ganaban
antes o despedir gente porque tienen que reentrenarla para hacer
nuevos trabajos. Los grandes sellos y las productoras no quieren
reconvertirse. Están cómodos así y eso les hace daño a todos los
usuarios. El usuario quiere nuevos beneficios, comodidades que le
brindan nuevas herramientas, y la industria no quiere lo mismo",
agregó el argentino.
Agregó además que pese a que existen cineastas dispuestos a colocar
su contenido dentro de la popular plataforma, puede que Cuevana no
dure más tiempo en línea debido a que no cuentan con fondos para
sostenerla ya que este proviene de él, sus amigos y familiares.
Según registra el sitio de estadísticas en la web Alexa.com, Cuevana
logró su tope a mediados de noviembre del 2011, luego de un
meteórico ascenso que lo llevó de la ignominia en 2010 a ser uno de
los sitios más consultados alrededor del mundo.
A partir de ese momento, que coincidió con el "hackeo" contra el
sitio y su cambio de diseño, todo fue de mal en peor: el número de
visitas se ha ido desinflando, que en poco másde 4 meses cayó casi
un 50%.
Otro factor que incide en el ocaso de Cuevana fue el cierre de
Megaupload y sus sitios satélite. Si bien Cuevana disponía de varias
opciones para aprovechar el streamming que ofrecía Megaupload, las
alternativas han mermado sustancialmente la calidad del servicio de
Cuevana: para visualizar las películas el usuario debe pasar por dos
pruebas "captcha" (para verificar si el usuario es humano y no un
bot) o esperar demasiado tiempo para que empiece a cargar la
película (en algunos casos, horas).
Luego llegó la detención de Cristián Alvarez Rojas, responsable de
Cuevana en Chile, lo que ha afectado aún más la estructura del
sitio.
Los esfuerzos por bajar a Cuevana, hasta ahora dispersos, de las
poderosas compañías recibieron un gran espaldarazo cuando, hace ya
algún tiempo, el fiscal general ante la Cámara Nacional de
Apelaciones en lo Criminal y Correccional de la Capital Federal,
Ricardo Sáenz, comenzó a interesarse en el tema.
Producto de su investigación, promovió la acción penal pública que
acaba de tomar dominio público y que pide concretamente que se
disponga "el bloqueo del acceso de los usuarios del sitio Cuevana".
El fiscal agrega que a su juicio no se está "en presencia de unos
jóvenes emprendedores que crearon un sitio web para facilitar que se
puedan ver películas y programas de televisión sin costo para los
usuarios", sino que considera que "Cuevana es un negocio". Sáenz
tiene comprobado que a través de dos sistemas de pagos on line,
Tomás Escobar recibió donaciones a su favor.
Aunque las cifras del sitio muestran un franco descenso, si el tema
de por sí resulta confuso y lleno de sutilezas complicadas de
desentrañar y los sujetos por investigar se encuentran
geográficamente dispersos y algunos inhallables (el propio Escobar,
por ejemplo), el despiste de los magistrados que deben intervenir en
la causa no permite suponer que caminará precisamente rápido.
Fuente:
http://www.urgente24.info