El conductor de radio y televisión Ángel "Baby" Etchecopar, calificó hoy de "tragedia" lo ocurrido el pasado 12 de enero en su casa de San Isidro, donde fue baleado él y su hijo durante un asalto.

Tras su alta médica en el hospital municipal de San Isidro, el periodista de radio 10, en una silla de rueda y sensiblemente emocionado, pidió durante una exposición a la prensa, que "recen" por su hijo Federico, que estaba siendo intervenido quirúrgicamente nuevamente.

"Nosotros los que trabajamos en los medios vivimos dando noticias de esta desgracia de la inseguridad, siempre pensamos que le pasa a otro, pero nunca pensamos que nos puede pasar a nosotros y cuando te pasa a vos no tenes idea", expresó Etchecopar.

Luego agradeció a los médicos y enfermeros que lo atendieron en el centro de salud, donde permaneció internado tras recibir tres disparos durante la balacera ocurrida en su vivienda, donde un grupo de delincuentes ingresó a robar.

"Ustedes saben la tragedia que hemos vivido mi familia y yo", puntualizó Etchecopar, quien remarcó no tener "más que palabras de agradecimiento para la gente que en este momento está salvándole la vida a mi hijo de nuevo en otra operación".

Etchecopar, quien también agradeció a sus compañeros de trabajo, sólo habló unos minutos ante los micrófonos, no brindó detalles sobre lo ocurrido aquella noche en su casa, donde él sufrió tres disparos y su hijo Federico, de 24 años, cuatro balazos.

Ayer, el conductor de radio y televisión fue amenazado de muerte mediante una carta anónima que llegó al hospital de San Isidro, mientras que anoche el único prófugo en el caso que investiga el ataque a la familia de Etchecopar fue detenido en Villa Melo, partido bonaerense de Vicente López.

"Baby" Etchecopar, de 59 años, y su hijo fueron baleados en la noche del lunes 12 de marzo en su casa de San Isidro, donde el periodista se defendió a los tiros cuando los delincuentes irrumpieron en la vivienda.

Todo empezó cuando el joven despedía a su novia frente a la casa de ella, en el barrio La Horqueta de San Isidro, en un automóvil Mercedes Benz.

Los jóvenes fueron abordados por tres delincuentes que los obligaron a ir hasta la casa de Federico.

Allí se produjo un tiroteo cuando el conductor se resistió mientras estaba con otros integrantes de su familia, entre ellos su hija embarazada.

Un ladrón que estaba en libertad condicional murió al recibir ocho balazos y sus cómplices fueron heridos pero huyeron.

Un adolescente de 17 años fue detenido cuando ingresó herido al hospital Thompson de San Martín, y se constató que tenía antecedentes penales . Fuente