Aquí, cómo estimularte, claves para estar concentrada y los mejores
tips para crear y disfrutar el mejor encuentro.
Cuando una persona toca el cuerpo de otra, el cerebro recibe
estímulos sobre más de 500.000 detectores que decodifican la
información acerca del objeto acariciado. En una relación sexual,
nuestro cuerpo está completamente estimulado. ¿Cómo aprovechar
eróticamente esa información a nuestro alcance?
Entrenamiento de la inteligencia erótica
Durante el contacto sexual, la concentración nos ayuda a reconocer
las diferentes texturas del cuerpo, que pueden ser infinitas y
sutiles. Habrá espacios inexplorados: suaves, ásperos, flexibles,
húmedos, fríos, calientes, firmes, delicados, delgados, gruesos.
Es importante ejercitar todos los sentidos para gozar del sexo de
manera en forma creativa y concreta.
* El toque a ciegas. Para ejercitar el tacto, antes de hacer el amor
los integrantes de una pareja pueden hacer el siguiente ejercicio:
tomen un pañuelo y tápense los ojos, poniendo toda la atención
mientras se acarician. Este ejercicio de investigarse a ciegas
despierta el sentido del oído y ayuda a escuchar excitantes
susurros.
* Darnos el gusto. Existen alrededor de 10.000 papilas gustativas
que sirven para discriminar los diferentes sabores. ¿Cómo funcionan?
Dentro de la boca, los detectores gustativos están organizados: los
gustos ácidos se registran a los lados de la lengua. Los amargos, en
el fondo. Los salados se perciben en la superficie y los dulces, en
la punta. El cuerpo emana diferentes sabores durante el beso. El
reconocimiento de cada sensación genera mayor satisfacción o éxtasis
durante el acto sexual.
* Cambiar de posición. El cambio de una postura a otra durante el
acto sexual es muy estimulante, pero si los amantes no los realizan
con suficiente profundidad e inteligencia erótica, se convierte en
puro atletismo sexual.
* Olfato y tacto. Ponemos en agua los pétalos de una flor, como
jazmín o rosa, y esperamos que se diluyan entre los dedos creando un
perfume sensual instantáneo. Con ese aroma impregnado en las manos
se puede tocar al amante hasta embriagarlo.
* Gusto, oído, tacto y vista. Mientras se detienen un instante antes
de cambiar de posición, pueden tomar algún alimento que contenga
sabores que resulten estimulantes para ambos. Pueden comerlo,
observarlo y degustarlo, escuchando los sonidos dentro de la boca.
Además, si ese mismo producto se coloca sobre el cuerpo, surge una
extraña y estimulante sensación. Los alimentos pueden ser variados:
miel, crema, chocolate, vino espumante; lo importante es permitirse
jugar.
Utilizando la inteligencia erótica y la creatividad en cada acto
sexual podemos aprovechar toda la capacidad del cerebro, y
convertirnos en “genios del arte de hacer el amor” .
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