Después de dos meses de vacaciones,
la Secretaría de Comercio Interior volvió a autorizar varios
aumentos de precios en rubros de consumo masivo. En los últimos diez
días, catorce compañías líderes en alimentos, bebidas, artículos de
tocador y limpieza obtuvieron el visto bueno de Guillermo Moreno
para actualizar sus precios, mientras que durante los meses de enero
y febrero sólo una empresa (Papelera del Plata) había logrado la
aprobación oficial.
La lista de beneficiarios incluye desde las filiales
locales de multinacionales como Danone, Unilever, Kraft Foods,
Procter & Gamble y Colgate Palmolive y grandes compañías nacionales
como Molinos Río de la Plata o SanCor, hasta algunas pymes como la
productora de licores Dellepiane, la fabricante de artículos de
limpieza Díaz y Quirino y las yerbateras Demirol (La Hoja) y Gerula
(Romance).
En la mayoría de los casos, se trata de las empresas
líderes en su rubro y en algunas categorías -como polvos para lavar
la ropa, yogures, pasta dental, alimentos congelados o pastas-
juntas controlan más del 50 o 60% de las ventas.
Las malas noticias para los consumidores no se
terminan acá. En muchos casos las subas ya están aprobadas por
Moreno pero recién entrarán en vigor en las próximas dos semanas,
como de hecho sucede con SanCor y la bodega Fecovita, cuyas nuevas
listas de precios llegarán a las góndolas el jueves 22 de este mes.
Como viene sucediendo desde hace más de dos años,
los aumentos autorizados por Moreno no son iguales para todos los
productos.
Los distintos artículos y marcas que fabrica cada
empresa son clasificados en tres categorías: masivos, selectivos y
premium, y cada grupo recibe la autorización para un incremento
diferente. En el caso de los productos masivos las subas oscilan
entre 3,5 y 4%; en los selectivos trepan a 7%, y en los premium
llegan hasta el 9 por ciento.
Premium para todos
Claro que las empresas le fueron tomando la mano a
este esquema y en el último tiempo se multiplicaron los lanzamientos
al mercado de productos "premium" con propuestas como los aceite de
oliva para chicos, el dulce de leche de estilo colonial, la manteca
con vitamina E o las ediciones especiales de marcas de detergente.
Junto con la multiplicación de la oferta premium, la
otra consecuencia del esquema de controles de precios y subas
autorizadas son los problemas en el abastecimiento que se
registraron en aquellos productos a los que la Secretaría de
Comercio Interior es más reacia a autorizar alguna suba. El caso
emblemático es el de los aceites. En las últimas semanas volvieron
los carteles en los que los supermercados informan a sus clientes
que no pueden comprar más de dos unidades por grupo familiar. Los
fabricantes sostienen que los cupos son una consecuencia directa de
la decisión de Moreno de obligar a estampar el precio de venta al
público en los envases.
"Las entregas que estamos haciendo son las normales,
pero muchas veces el producto no llega al consumidor final porque se
desvía de los grandes supermercados a los negocios más pequeños, en
los que los controles son más laxos y los comerciantes venden el
aceite a un precio más alto que el que figura en el envase",
explicaron en una empresa líder del rubro.
Faltantes
Los problemas en el abastecimiento no se terminan en
el aceite. En las últimas semanas también se registraron faltantes
en otros rubros como pañales, toallas femeninas y fiambres.
En los primeros dos casos, la causa hay que buscarla
en las trabas a las importaciones que afectaron el ingreso de la
pulpa de papel que se utiliza en su fabricación.
Algo parecido pasó con los fiambres, tras la
decisión de impedir la llegada al país de la carne porcina
brasileña, que provee el 40% de la pulpa que utiliza la industria
local para elaborar los jamones y otros subproductos del cerdo. El
faltante de materia prima tuvo como primera consecuencia el aumento
en el precio del cerdo en pie -en lo que va del mes, el kilo de
capón subió 50 centavos- y en los últimos días los problemas en el
abastecimiento empezaron a llegar a las góndolas. "Tenemos problemas
para abastecernos de jamón cocido y algunos de sus derivados",
explicaron en una cadena de supermercados.
En otra empresa precisaron que los faltantes no son
mayores debido a que la demanda muestra señales de agotamiento. "Los
problemas en la entrega de parte de los proveedores son cada vez más
comunes y van rotando por rubro. Si no se ven más vacías las
góndolas es porque la ventas aflojaron mucho", se sinceró otro
referente del sector . Fuente