Ni una ni la otra. No hay que
cumplir todas las fantasías ni deben morir… ¡Por favor que no mueran
las fantasías! Estaríamos fritos si mueren las fantasías.
Las fantasías son imprescindibles, sobre todo para mantener
interesante la relación de pareja. Todo se impulsa en la fantasía,
allí nace la intención, nace el deseo. Si no hay fantasía, deseo,
imaginación y creatividad en la cabeza, entonces el cuerpo tampoco
va a responder a eso.
Es súper importante, pero no quiere decir que necesariamente
tengamos que llevar a cabo todas las fantasías. Hay algunas cosas
que se nos ocurren y podemos decir, “estaría bueno probar esta
situación” o “¿por qué no experimentamos esta postura?”.
Pero también está bueno imaginar que lo practicás y realmente no
hacerlo. Hay que tener en cuenta que, cuando uno cumple una
fantasía, esta tiende a perder un poco su carga erótica. Cuando
decidís llevarla a cabo, a la larga pierde esa afectividad que tenés
cuando las pensás.
Cada cual debe definir dónde se siente a gusto, uno mismo y en
relación a la pareja. Por supuesto, ¡ambos deben estar de acuerdo!
Entonces está bueno que te reserves algunas fantasías para pensarlas
y nada más, y otras que te animes y realmente tengas ganas de poner
en práctica. Ojalá que te salga bien, como te la imaginaste, porque
sino resulta un plomo y no la vas a usar nunca más...
Fuente:
http://www.entremujeres.com