Los
depósitos en dólares bajo administración de los bancos cayeron en
1120 millones en los últimos 30 días.
El stock total de estas colocaciones retrocedió de US$ 13.100
millones a menos de 12.000 millones (9%), básicamente por los
sostenidos retiros que hacen los ahorristas.
Son ellos lo que, deseosos de comprobar que los billetes están en el
mismo lugar en el que los habían dejado, retiran a razón de US$ 100
millones por día desde que el Gobierno -a comienzos de mayo-
resolvió ampliar las restricciones impuestas desde fines de 2011 a
las compras privadas de moneda extranjera, según se pudo comprobar
por los datos difundidos ayer por el Banco Central (BCRA) y
actualizados al jueves 24 del último mes.
Las salidas, que en noviembre último alcanzaron un récord al
restarle al sistema US$ 3000 millones en apenas 20 días,
recomenzaron luego de que se hizo público que la Administración
Federal de Ingresos Públicos (AFIP) había resuelto limitar
bruscamente las autorizaciones para adquirir dólares en blanco. Esto
dio auge a un mercado paralelo en que el billete se transa desde
hace dos semanas a valores 30% más altos que los vigentes en el casi
testimonial mercado oficial.
Y, lejos de haber menguado, en los últimos días la ola de retiros se
disparó a la luz de la manifiesta intención que el Gobierno muestra
de lograr una pesificación de facto de la economía, según
coincidieron en describir en el sector.
Aunque ayer, el viceministro de Economía, Axel Kicillof, negó que
existieran proyectos oficiales en ese sentido.
Quienes la impulsan intentan ignorar que es el propio programa
económico inflacionario oficial el que clausuró toda posibilidad de
que el peso pueda ser una moneda de reserva, al condenarlo a divisa
meramente transaccional.
En los bancos reconocen que la ola de retiros se aceleró en los
últimos días. "La salida es sin prisa, pero también sin pausa",
reconoció un banquero de una entidad extranjera bajo condición de
anonimato.
Esta situación obligó a varios a pedirles a sus clientes que se
anoten en listas de espera para poder concretar los retiros y evitar
sorpresas.
"El dinero está. Las listas sólo se confeccionan a los efectos de
evitar el compresible malestar que se genera cuando alguien viene y
le tenemos que decir ’vuelva mañana’ porque nos quedamos sin
billetes. Es una medida para evitar histerias y no somos los únicos
que la implementamos", reconocieron en un banco privado líder.
Los faltantes son cotidianos y se producen cada vez más a menudo,
pese a que algunas entidades aumentaron las tenencias de dólares en
sus tesoros regionales para tratar de prevenirlos.
De allí que desde las asociaciones de bancos les estén pidiendo al
BCRA que flexibilice el cómputo de encajes para este tipo de
depósitos, ya que, como resultado de la reciente reforma a la Carta
Orgánica de esa entidad, el sistema debió mudar unos US$ 600
millones de sus cajas (el 5% del total de depósitos en moneda
extranjera que atesoraban) a las del ente monetario, lo que les
restó liquidez en dólares.
"En estas circunstancias nos sería muy útil que las autoridades
generen la misma excepción a la normativa vigente para los encajes
en pesos", dijeron a LA NACION desde una de esas cámaras.
Mientras tanto, reducen al mínimo posible las ventas de divisas (aún
en los casos en los que la AFIP valida algunas operaciones) a la vez
que recortan y encarecen (para desalentarla más) la oferta de
créditos para exportaciones.
Ocurre que la caída en los depósitos en dólares se tiende a replicar
en los créditos en esta moneda , en el 95% explicados por
prefinanciaciones concedidas a empresas con ventas al exterior.
No en vano, desde que se impuso el cepo cambiario, el stock de
depósitos en dólares se redujo en un 10%, lo que denuncia que las
cancelaciones no se compensaron en igual medida con nuevos
desembolsos.
Pagan los exportadores
Este dato demuestra, a su vez, que el fenómeno no es inocuo para la
economía. Por el contrario, significa un recargo en los costos de
los exportadores que llega en momentos en que la competitividad del
tipo de cambio cae en picada y la demanda agregada de los mercados
globales se ralentiza. Pero, además, erosiona las propias reservas
del BCRA que no en vano retrocedieron en casi US$ 800 millones el
último mes, en parte, dados estos retiros.
Para los analistas, el retiro de dólares no pone en riesgo la salud
del sistema bancario local.
"El sistema aguanta porque esos depósitos tienen encajes muy altos,
y el BCRA tiene reservas; es más, aguantaría el retiro completo de
esas tenencias", explicó el ex viceministro de Economía Jorge
Todesca a la agencia Reuters.
El problema que ahora enfrentan muchos ahorristas es dónde poner sus
dólares, ya que la demanda de cajas de seguridad se disparó al punto
que, por lo menos en la City porteña, ya no hay disponibilidades de
ellas, según coincidieron en describir a LA NACION en varias
entidades.
Fuente:
http://www.lanacion.com.ar
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