El texto del documento es el siguiente:
"Los hechos son sagrados, las
opiniones son libres". Este concepto, enseñado en todas las
universidades del mundo, conserva su espléndida vigencia. El
acceso irrestricto a los hechos y a las opiniones define la
calidad de la libertad de prensa. Ella, a su vez, es una
condición de la calidad de la democracia. Para garantizarlas, el
Estado argentino ha suscripto:
-
La Declaración Universalde los Derechos
del Hombre (art. 19)
-
El Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos (art. 19)
-
La Convención Interamericanade Derechos
Humanos (art. 13)
Más aún, el Decreto 1172/2003
firmado por Néstor Kirchner ordenó a todo funcionario público
“permitir el acceso a la información en el momento en que le sea
solicitada o proveerla en un plazo no mayor de diez días”. El
gobierno, sin embargo, incumple por sistema todos y cada uno de
los compromisos asumidos.
Los periodistas tenemos
crecientes dificultades para acceder a la información. Esto
ocurre a nivel nacional, provincial y comunal. A la distorsión
de las estadísticas, se suma la decisión oficial de bloquear la
información acerca de los actos de gobierno, eliminando sitios
institucionales que la contenían o haciendo desaparecer de
ellos datos que ya habían estado disponibles. Un ejemplo claro
es el de los informes dela Sindicatura Generaldela Nación(SIGEN),
que por el art. 11 del decreto del PEN 11702/3 ya no figuran on
line y a los que sólo se puede acceder tras presentación
personal bajo número de documento. Esos informes, se subraya,
son propiedad de cualquier ciudadano y no del gobierno.
La información parcial, sesgada o
ausente es un problema para las mujeres y hombres de prensa,
pero sobre todo para la ciudadanía, obligada a juzgar hechos
que sólo conoce parcialmente.
Maquiavelo, que conocía el alma
del poder y hablaba como un periodista, sostenía: “Todos
nuestros príncipes tienen un propósito y puesto que nos es
imposible conocer sus secretos, nos vemos obligados a inferirlos
de las palabras y los actos que ejecutan y en parte a
imaginarlo”. El gobierno ha llevado ese secretismo hasta la
exasperación, pero se enardece cuando intentamos indagar en
aquello que nos impide saber.
La idea de libertad de prensa es
parte de la modernidad, que liquidó los privilegios de
nacimiento y postuló la defensa de los derechos sociales para
los sectores oprimidos. Es hija de la democracia y vino a
reparar la asfixia y las inequidades del absolutismo.
Defenderla no es bregar por las ventajas de unos pocos sino
velar por la necesidad de las mayorías.
En nuestro primer documento,
respaldado por casi 150 periodistas, hicimos foco en la ausencia
de conferencias de prensa; esto es, la negativa de los
funcionarios de gobierno a rendir cuenta de sus actos, un
aspecto sustancial del acceso a la información. Hoy reclamamos
la plena vigencia de todas las normas que garantizan el derecho
del pueblo a saber de qué se trata.
Firman el
documento los siguientes periodistas:
Hugo Alconada Mon
Alejandro Alfie
Claudio Aliscioni
Nuria Am
Norberto Angeletti
Carlos Ares
Alberto Armendáriz
Ricardo Alberto Arrúa
Marina Artusa
Eduardo Aulicino
Jorge Aulicino
María Laura Avignolo
Mariano Alonso Balmendia
Mónica Baumgratz
Ana Barón
Rodolfo Barros
Osvaldo Bazán
Gustavo Bazzan
Juan Bedoian
Federico Bedrune
Alejandro Bianchi
Martín Bidegaray
Marcelo Bonelli
Julio Blanck
Javier Blanco
Guido Braslavsky
Fernando Bravo
Carlos Burgueño
Ricardo Cámara
Marcelo Cantelmi
Marcelo Cantón
José Alberto Capdevila
Laura Capriata
Nelson Castro
Luis Ceriotto
Laura Corvalán
José Crettaz
Walter Curia
Claudio Oscar D´Alessando
Sergio Danishewsky
Flavia dela Fuente
José Antonio Díaz
Martín Di Natale
Roberto Di Sandro
Luis Domenianni
Federico Domenianni
Miguel Angel Efeyan
Rafael Elidelmar
Georgina Elustondo
Florencia Etcheves
Javier Febré
Daniel Fernández Canedo
Jorge Fernández Díaz
Marco Fernández Leyes
Silvia Fesquet
Carlos Gabetta
Pablo Gaggero
Pablo Gagliano
Alejandra Gallo
Héctor Gambini
Andrés Gauffin
Walter Giannoni
Nacho Girón
Bernardo Goncalvez Borrega
Florencia Grieco
María José Grillo
Carlos Guyot
Silvina Heguy
Ernesto Jackson
Claudio Jacquelin
Daniel Juri
Ricardo Kirschbaum
Jorge Lanata
Juan Agustín Landaburu
Facundo Landivar
Lilian Lanzieri
Abigail Lasalle
Román Lejtman
Alfredo Leuco
Gabriel Levinas
Daniel Leyba
Josefina Licitra
Enrique Llamas de Madariaga
Rodrigo Lloret
Matías Longoni
José Ignacio López
Paula Lugones
Luis Majul
Sergio Manaut
Silvina Márquez
Silvia Mercado
Leonardo Mindez
Ignacio Miri
Federico Monjeau
Joaquín Morales Solá
Marcelo Moreno
Pablo Morosi
Daniel Muchnik
Oscar Muiño
Alberto Muney
Silvia Naishtat
Pedro Navarro
Gustavo Noriega
Mariano Obarrio
Alcadio Oña
Eugenio Paillet
Carlos Pagni
Marcelo Panozzo
Osvaldo Pepe
Silvia Pisani
Martín Pitton
María Elena Polack
Javier Porta Fouz
Rodolfo Pousá
Gerardo Puig
Quintín
Ceferino Reato
Ricardo Roa
Fernando Héctor Rubio
Andrea Rodríguez
Paula Rodríguez
Analía Roffo
Gastón Roitberg
Jorge Rosales
Magdalena Ruiz Guiñazú
Carlos Sacchetto
Raquel San Martín
Christian Sánchez
Matilde Sánchez
Gonzalo Sánchez
Adrián Sánchez Berger
Silvio Santamarina
Daniel Santoro
Beatriz Sarlo
Judith Savloff
Claudio Savoia
Laura Serra
Sergio Serrichio
Gustavo Sierra
Pablo Sirven
Jorge Sluger
Jairo Straccia
Eduardo Tagliaferro
Eliana Toro
Jorge Urien Berri
Dolores Valle
Eduardo Van der Kooy
Daniel Vecchiarelli
Jorge Velázquez
Susana Viau
Sylvina Walger
Miguel Wiñazki
Nicolás Wiñazki
Gerardo Young
Juan Carlos Zapiola
Edi Zunino
Carlos Zeppa
* Hay colegas que
respaldan este documento, pero no lo pueden firmar y pidieron
mantener en reserva sus nombres, por pertenecer a medios
públicos o paraoficiales