La cifra representa el
incremento que se aplica en la cadena yerbatera respecto
a lo que percibe el productor y lo que paga el
consumidor. La brecha es aún más grande en otros
productos intervenidos por el Gobierno. Hoy, con $ 100
se puede comprar la mitad de los alimentos que en 2008
La intervención del Gobierno
nacional en los mercados agropecuarios está generando situaciones
cada vez más dispares con respecto a los precios que recibe el
productor primario y los que finalmente termina pagando el
consumidor en góndola.
En el caso de la yerba, actualmente el valor promedio en los
supermercados se ubica en 22 $/kg, mientras que el productor
yerbatero recibe 6,90 $/kg. Se trata de una diferencia de un 220%
entre lo que paga el consumidor y lo que percibe el productor.
Así lo determinó un estudio presentado por Confederaciones Rurales
Argentinas (CRA) en el marco de la tercera jornada del ciclo anual
“De la Tierra a la Mesa” en la sede que posee la entidad en la
ciudad de Buenos Aires.
El informe, al que accedió LPO, reveló además que, en una superficie
yerbatera cultivada de 204.220 hectáreas, trabajan alrededor de
17.500 productores que en su gran mayoría poseen una superficie
promedio de como máximo 10 hectáreas.
Asimismo, la provincia de Misiones es la principal productora de
yerba con el 90% del mercado, seguida por Corrientes con el 10%
(aunque cabe aclarar que en esta última provincia está instalada Las
Marías, la empresa más importante del sector).
La entidad aseguró que hoy con $ 100, el consumidor puede adquirir
un 50% menos de alimentos en relación a 2008. Es decir, hace cuatro
años podía comprar 4 botellas de aceite, 4 cajas de arroz, 2 kilos
de cebolla, 4 kilos de pollo entero y 4 paquetes de yerba.
Sin embargo, según detalla el documento de CRA, la distorsión de
precios en la yerba no es tan grave como en otros productos
intervenidos por el Gobierno, o bien, afectados por la propia
dinámica inflacionaria que atraviesa el país.
En este sentido, por un kilo de arroz el consumidor paga en góndola
$ 7,50, mientras que el productor recibe $ 0,95 y $1,46 del kg al
rinde. Ósea, 410% superior es el precio que paga el consumidor con
respecto a lo que percibe el productor.
El diferencial es aún más grande en el caso de la carne aviar: el
productor recibe por un kilo vivo $ 0,68 y por un kilo al rinde $
0,76, al tiempo que por un kilo de pollo entero el consumidor paga $
11,5 (una diferencia de 1400%) .
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