En sólo tres meses clausuraron 52 boliches en Capital Federal
Las discotecas
porteñas convocan a cerca de un millón y medio de personas por mes,
lo que las convierte en el segundo entretenimiento con más
público en Capital Federal, luego del fútbol. Sin embargo,
muchas no cumplen con las medidas de seguridad o directamente no
tienen la habilitación para funcionar como boliche. Así lo
constataron los inspectores del Gobierno porteño que, desde mayo,
salieron a controlarlas. Y ya hay resultados: en los últimos tres
meses, clausuraron 52 boliches.
Según informaron desde la Subsecretaría de Control Comunal, en total
revisaron 107 locales. Algunos de los clausurados son muy
conocidos, como Coyote de Villa Devoto o la "mítica" New York
City. De los 52 boliches cerrados, 16 eran locales de baile
exclusivamente, y ocho ya levantaron la clausura porque
presentaron los requisitos que debían. Pero los otros 36 eran
restoranes o bares que abrían pistas de baile como un segundo
negocio, sin tener habilitación correspondiente, como sucedió con
los locales Mambo y Diablillo, entre otros. En esos casos, la Ciudad
les permite seguir funcionando como comercio gastronómico, pero
ya no pueden recibir público que vaya sólo a bailar.
La subsecretaria porteña de Control Comunal, Fabiana Fiszbin,
explicó: "Los controles se intensificaron en los últimos tres meses
porque la Unidad Polivalente de Inspecciones (UPI) pasó de tener 30
inspectores a 120. Los agentes esperan que la gente se vaya del
boliche y luego lo clausuran, para evitar disturbios". Además, hay
desde sanciones económicas, que oscilan entre los $ 2.000 y los $
100.000 de multa, hasta la revocación definitiva de la habilitación.
El objetivo de las inspecciones es que los boliches cumplan con las
medidas de seguridad. En mayo, la Defensoría del Pueblo había
denunciado que el 86% de las discos no lo hacía, al menos en lo que
respecta a la prevención de incendios. Los locales deben contar con
un certificado expedido por el Departamento de Bomberos de
Policía Federal para conseguir la habilitación. Entre otras cosas,
les piden que posean una salida de emergencia cada 300 personas que
reciban, instalaciones eléctricas protegidas para evitar chispazos
por cortocircuitos, matafuegos y barrales antipánico en las puertas
(son las manijas que se abren fácilmente presionándolas hacia
abajo).
El problema, según la Defensoría, es que como el requerimiento del
certificado recién se comenzó a exigir desde 1997, las disco que
funcionaban desde antes tardaban en tramitarlo.
Otro punto por el que se efectuaron las clausuras fue que algunos
locales no tenían registrado a su personal de seguridad, como
marca la ley 118. Un problema habitual con los "patovicas" es que se
ven involucrados en casos de agresión a jóvenes.
Según Fiszbin, "en esta etapa controlaremos a todos los boliches que
figuran en nuestro padrón. Constatamos que unos 40 que estaban
anotados ya no existen, y otros 58 cumplieron con todos los
requisitos. En la Ciudad hay unas 200 discotecas; en un mes
completaremos la primera recorrida y luego los visitaremos
periódicamente. Nuestra idea al final es publicar el listado de
discotecas en regla, para que la gente las conozca". Además, la
Ciudad aprovecha las inspecciones para revisar quioscos cercanos a
boliches, a ver si cumplen con la prohibición de vender alcohol (ver
Inspecciones).
Lo que los inspectores no siempre pueden sancionar son los otros
problemas que generan los boliches, principalmente los que quedan en
zonas residenciales: ruidos molestos, peleas callejeras y varios
temas más que habitualmente provocan quejas de los vecinos.
"Si el local tiene su habilitación en regla, lamentablemente no
podemos hacer nada. Pero sí buscamos trabajar con los dueños para
evitar estos problemas, a ellos tampoco les conviene que ocurran",
señaló Fiszbin.
Aunque muchos dueños de discotecas están empezando a cumplir con los
requisitos a regañadientes, la cámara que los nuclea considera que
los operativos son justos. "La política de la Ciudad es coherente.
Si hay problemas, esta es una forma de eliminarlos. Todos los
boliches deben estar en regla, y el que no cumpla tiene que
hacerse responsable. En nuestra cámara somos muy exigentes, y
por eso sólo uno de nuestros 25 asociados, Coyote de Villa Devoto,
fue clausurado. Y no por problemas de seguridad sino de sonido. Esto
nos sirve también para que se limite la competencia desleal que
sufrimos de parte de los pubs que abren pistas sin habilitación",
afirmó Osvaldo De Riso, propietario del boliche Amerika y secretario
de la Cámara de Empresarios de Discotecas y Entretenimientos de
Buenos Aires.
La Defensoría del Pueblo también avaló los operativos. Atilio
Alimena, defensor adjunto, comentó: "Estamos cruzando información
con Bomberos. Nos dijeron que, hasta el 2 de julio, 14 boliches ya
habían tramitado y obtenido el certificado de seguridad y otros 15
lo estaban gestionando. Si esta política se mantiene en el tiempo,
será exitosa"
Fuente: clarin.com
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