Cualquier tipo de
conducta frívola ha sido prohibida en las oficinas de las compañías
occidentales hace rato. Pero Rusia es un caso diferente.
Aquí, las bromas sobre los affairs de
los jefes con sus secretarias forman desde hace mucho tiempo parte
del folclore de la oficina.
La creciente "cultura de oficina" en Rusia se
encuentra en su etapa inicial; pero, sin embargo, ya ha alcanzado
extremos considerables.
Neonilla Samoukhina es la autora de un manual
reciente bautizado "Kama Sutra para los oficinistas". En él sugiere
una serie de lugares más atractivos que el baño para que los hombres
de negocios den rienda suelta a sus pasiones: un piano de cola, el
ascensor y, por qué no, la mesa de billar.
Irse a almorzar durante la hora de almuerzo es
demasiado trivial, dice Samoukhina, quien se llama a sí misma "coitologista"
(especialista en coito o relaciones sexuales). El libro fue
publicado por el "Instituto de Coitología" de San Petersburgo.
Encuesta íntima
El instituto fue establecido en enero. Cuenta
con tres departamentos: "coitología etnográfica", "coitología
práctica", "coitología lingüística" y "arte erótico". Todos estos
departamentos se ocupan de investigar los aspectos culturales de la
sexualidad.
Mientras recogía material para su libro,
Samoukhina visitó una serie de compañías interrogando a los
trabajadores sobre temas íntimos.
Las respuestas que recibió fueron tan
aburridas que decidió que había que hacer algo.
Samoukhina descubrió que en la mayoría de las
oficinas de San Petersburgo las relaciones sexuales ocurrían de
forma azarosa.
En casi el 99% de los casos, los empresarios
contaban experiencias sexuales que habían ocurrido en el baño o en
la sala de descanso.
La autora del manual se sintió desilusionada
ante la monotonía de las repuestas, esperando escuchar historias en
elevadores, partes traseras del edificio, mesas de billar u otros
lugares un poco más excitantes.
Por eso se decidió a escribir un libro en son
de burla, para inspirar a los empleados rusos.
Tema tabú
"El sexo se ha convertido en un tabú desde la
era soviética y los rusos todavía lo consideran un tema del que no
se puede hablar", afirmó Samoukhina.
El libro cuenta con varias fotografías tomadas
en distintas oficinas de la ciudad.
" Los rusos pasan cada vez más tiempo en el
trabajo. Para muchos la oficina se ha convertido en el segundo hogar
y, como resultado, estas han adquirido muchas características de la
vida privada "
Neonilla Samoukhina
Para la escritora, echarle la
culpa a las relaciones sexuales en el lugar de trabajo no tiene
sentido, así que es mejor, en su opinión, que al menos éstas se vean
mejor.
"Los rusos pasan cada vez más tiempo en el
trabajo. Para muchos la oficina se ha convertido en el segundo
hogar, y como resultado, éstas han adquirido muchas características
de la vida privada", dijo Samoukhina.
"Mi intención es proporcionar alegría y
satisfacción al estresado estilo de vida de los hombres de negocios
rusos".
Los próximos proyectos de Samoukhina son otros
dos libros: "Atlas de las posiciones sexuales en la ruta" y "Coito
eslavo".