Una nueva
píldora que parece impedir que los alcohólicos vuelvan a
beber después de haber dejado este hábito podría llegar al
mercado a finales de este año, después de el organismo
regulador estadounidense aprobó el jueves el fármaco.
Es posible que la píldora,
llamada Campral, no funcione con personas que aún beben
alcohol y consumen otras sustancias, como drogas, según un
comunicado de la Dirección de Alimentos y Fármacos (FDA) de
Estados Unidos.
La función de la píldora no
ha quedado clara, según funcionarios de salud, pero varios
estudios han mostrado que los pacientes alcohólicos que
tomaron el fármaco no volvieron a beber, en comparación con
los que recibieron un placebo (sustancia inactiva).
"Aunque aún no se entiende
bien su mecanismo de acción, se cree que Campral actúa en
los circuitos cerebrales vinculados al abuso del alcohol,"
escribió la FDA.
La empresa Lipha
Pharmaceuticals, una subsidiaria del fabricante alemán Merck
KGaA, es la que produce el fármaco, cuyo nombre genérico es
acamprosato.
La firma Forest Laboratories
Inc tiene los derechos para vender el fármaco en Estados
Unidos y ha previsto comenzar la venta a finales de este
año, dijo en una entrevista el presidente y jefe de
operaciones de los laboratorios, Kenneth Goodman.
La FDA había rechazado el
fármaco en el 2002, cuando pidió a Merck y a Forest que
necesitaba que se hicieran más pruebas clínicas antes de
aprobarlo.
Otra empresa, Alkermes Inc,
está en la etapa final de pruebas clínicas de su fármaco
Vivitrex con hombres alcohólicos.
El alcoholismo es un problema
en Estados Unidos. El mes pasado, investigadores del
gobierno norteamericano reportaron que 17,6 millones de
adultos consumieron en exceso bebidas alcohólicas entre el
2001 y el 2002.
El Instituto Nacional para el
Alcoholismo y el Abuso del Alcohol también reveló que los
hombres y los jóvenes estadounidenses entre las edades de 18
a 44 años son más proclives a manejar tras haber bebido
exageradamente.
"El alcoholismo, o la
dependencia del alcohol, es una enfermedad (...) Esto
constituye una pesada carga para la sociedad en términos de
costos de salud, pérdidas salariales y sufrimiento
personal," indicó la FDA.
Los efectos colaterales más
comunes de Campral, que en Europa se ha usado por 15 años,
son diarreas, náuseas, vómitos y dolores abdominales |