China prohíbe el "look" Beckham: “Antes que estrellas, los jugadores deben ser hombres”

El fútbol chino está contra David Beckham. O, mejor dicho, contra su peinado. La Federación de Fútbol de Pekín le prohibió a los jugadores de la selección Sub 17 que se peinaran como la estrella del Real Madrid. “Antes de ser estrellas del deporte tienen que ser verdaderos hombres”, les dijo el presidente de la Federación, Feng Jianming. El comunicado que los directivos repartieron entre los jugadores fue claro: “El pelo teñido y largo y los cortes excéntricos están estrictamente prohibidos. Todos los jugadores tienen que tener el pelo corto”. Entre los cortes excéntricos vedados figura el de David Beckham y también la cabeza rapada con un mechón sobre el flequillo, un estilo que adoptó Ronaldo tras proclamarse campeón del Mundial de 2002.

El comunicado de la Federación corre el riesgo de ser anacrónico. Sobre todo por las implicancias que podría tener, incluso, fuera del ámbito estrictamente deportivo. Beckham no sólo es el capitán de la selección inglesa. Como tampoco es solamente una superestrella del Real Madrid. Beckham es un producto en sí mismo. Las imágenes del ícono pop junto a su mujer, la ex Spice Girl, son la gloria de los tabloides y de los sponsors. Beckham es un logo, un mercado que genera muchísimo dinero.

Y esto no sólo en Gran Bretaña, donde una encuesta reciente entre los más jóvenes confirmó que el modelo Beckham figura en el primer puesto entre los sueños de los adolescentes. Los cabellos rubios de Beckham también causan furor en Oriente. No es casual que el pase del capitán de la selección inglesa de Su Majestad al Real Madrid se haya realizado en China, en un estadio frente a 55.000 fans que deliraban por él. Y la gira que vino a continuación fue una brillante operación de marketing de los dirigentes españoles: llevar al ícono pop en procesión frente al público chino para tener un retorno en términos de merchandising.

Una confirmación de todo esto es la reciente noticia de que Beckham y su imagen serán utilizadas por la compañía turística regional de Andalucía para atraer a turistas chinos a España. La Federación China parece no saberlo.

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