No se tiene clara la fecha de nacimiento del inventor alemán
Johannes Gutenberg. Pero se ha determinado que nació en Maguncia,
pequeño poblado de Alemania, hacia el año 1400. Proveniente de una
familia noble, su verdadero nombre era Friele Gensfleisch. Tampoco se
tienen antecedentes concretos de su muerte estableciéndose que el
hecho ocurrió probablemente a fines de 1467 o a comienzos de 1468.
En su pueblo natal se desempeñó como orfebre. Se trasladó junto a su
familia a Estrasburgo, donde instaló una empresa de grabados en
madera, que sería el punto de partida para el desarrollo futuro de su
legado.
Numerosos han sido los estudios por determinar si fue efectivamente
el inventor de la imprenta y de las letras móviles. Algunos han
concluido que no. Antecedentes corroboran que los babilonios, en la
Antigüedad conocieron la impresión con sellos de arcilla y que los
chinos, alrededor del año 1041, también imprimieron con ese tipo de
letras. Más aún, en la Edad Media se hicieron grabados de páginas
enteras usando grabados de madera.
Sin embargo, podemos atribuir a Gutenberg la utilización de tipos
móviles de metal no usados anteriormente, pero no se sabe bien quien
fue el primero en implementarlas. Investigadores aseguran que el
primero fue el holandés Laurens Janszoon. Lo que se sabe con certeza
es que Gutenberg construyó, entre 1436 y 1450, un aparato que logró
fundir satisfactoriamente las letras metálicas que usó en sus primeros
libros, con las cuales imprimió su famosa Biblia en 1455. A modo de
anécdota podemos contar que debido a sus deudas, Gutenberg fue
embargado y la imprenta que lo hizo famoso quedó en mano de sus
acreedores, quienes con la venta de la Biblia aumentaron en cinco
veces su inversión inicial.
Gutenberg en realidad no inventó nada. Mucho tiempo antes que él,
los chinos habían desarrollado las técnicas de la impresión y de la
fabricación de papel. Los orfebres ya sabían fabricar buriles y los
viñateros de Renania ya utilizaban prensas con tornillo en sus
vendimias. Pero todavía nadie había reunido estos distintos inventos.
El ingenio del impresor alemán lo llevó a desarrollar un artefacto
mecánico verdaderamente eficaz para la reproducción de los textos
escritos. Así se puede considerar como el verdadero padre del libro
moderno.
Para el profesor de fisiología de la Escuela de Medicina de la
U.C.L.A., a Gutenberg se le debe distinguir por sus avances en el uso
de la imprenta "una técnica para producción en serie con letras
metálicas, una nueva aliación metálica para los tipos y la tinta de
impresión con pintura. También sería conveniente ubicar a Gutenberg
como un símbolo porque inauguró la industria editorial en occidente
con la Biblia de 1455".
En 1450 se asoció con Johannes Fust,
quien le prestó ochocientos florines para que instalará la imprenta,
fundiera las letras metálicas y comprara el pergamino para imprimir la
Biblia. El préstamo consideraba el salario de los ayudantes y el
sustento del propio Gutenberg.
Dos años después Fust entregó la misma
cantidad nuevamente, para el término del proyecto que contemplaba dos
volúmenes del libro sagrado. Pero faltaba la ornamentacion a mano y el
empaste de los impresos. Fust molesto finalmente decide ir a los
tribunales exigiendo que se le devolviera inmediatamente el dinero.
El perfeccionamiento de los caracteres
metálicos móviles fue lo que mayores inconvenientes le produjo, como
se puede deducir de las muchas pruebas efectuadas sin éxito. Lo más
inmediato fue la elección de la base de los impresos: el pergamino,
elemento caro y poco corriente, no era lo bastante liso ni lo
suficientemente liviano como para facilitar un trabajo rápido y
límpio.
A pesar de la simpleza de la imprenta
significó para Gutenberg invertir casi su vida entera en el
perfeccionamiento de ella. Logró revolucionar la vida cultural,
política, social e incluso religiosa de una buena parte de la
humanidad.