Cleopatra nació en el año 69 a.C. Pertenecía a la dinastía de
faraones ptolomeos, procedentes de Macedonia (norte de Grecia), que
gobernaban en Egipto en ese momento. La capital era Alejandría, ciudad
fundada por Alejandro Magno en el año 332 a.C. que había prosperado
bajo el mandato de esta dinastía. Tenía uno de los mejores puertos
comerciales del Mediterráneo, y se convirtió en un gran centro
cultural, cuna de las ciencias modernas: retórica, filosofía,
medicina, geometría, hidrostática, geografía, astronomía, etc., pues
poseía la mayor biblioteca del mundo.
Pero en ese momento, la tierra de Egipto vivía amenazada por su gran
rival, Roma. Y a Cleopatra le tocó vivir una época rodeada de
conflictos que hicieron que el reino egipcio se debilitara; aunque
esta reina siempre demostró su fortaleza actuando con astucia y
valentía.
El faraón Ptolomeo Neo Dionisio Auletes -Ptolomeo XIII- era el
padre de Cleopatra VII Filópator, pero no era muy querido por los
egipcios ya que recaudaba grandes impuestos que irían a parar a las
arcas romanas. De este modo, el pueblo de Egipto no aceptó su alianza
con Roma, y en el año 58 a.C. se sublevó expulsándolo del país.
Ptolomeo huyó a Roma y Berenice IV (su hija, hermana mayor de
Cleopatra) fue proclamada reina. Pero en el 55 a.C., apoyado por el
general romano Pompeyo, Ptolomeo regresó a Egipto quitándole el trono
a su hija.
Ptolomeo tuvo dos hijos: Ptolomeo XIV Dionisio II y Ptolomeo XV
Filópator; y cuatro hijas: Berenice IV, Cleopatra Trifene VI,
Cleopatra VII (la nuestra) y Arsinoe.
Cleopatra en el trono de Egipto
Los escritos antiguos cuentan que Cleopatra gobernó con su padre
durante un corto período de tiempo, hasta que éste murió en el año 51
a.C.
Queriendo conservar el poder, y siguiendo la tradición familiar, se
casó con su hermano Ptolomeo XIV (de 12 años). Los ptolomeos no podían
casarse con alguien de rango inferior, y es por ello por lo que se
unían entre hermanos.
Con tan sólo 18 años, Cleopatra quería reinar sola, pues consideraba
que su hermano era demasiado joven para gobernar Egipto. Aunque se
encontraba con el problema de que muchos funcionarios y nobles
apoyaban a su hermano. Además, el general Pompeyo, poderoso aliado de
su padre, planeaba anexionar Egipto al Imperio Romano. Tendría que
superar muchos obstáculos.
Desde niña estudió muchísimo (literatura, aritmética y geometría,
astronomía, medicina) y aprendió varios idiomas, como el egipcio (su
familia sólo hablaba griego), lo que le sirvió de mucho a la hora de
gobernar Egipto. Para ello, intentó ganarse el favor de los cortesanos
poderosos. Rindió culto a los dioses egipcios proclamándose “hija del
dios sol”, y entregó generosos regalos a los templos más importantes,
ganándose el apoyo de los sacerdotes. Asimismo se interesó por la
política internacional, sobre todo para evitar conflictos con Roma, y
por la economía, facilitando las exportaciones necesarias para el
bienestar de su país.
Los dos primeros años de su reinado fueron muy difíciles. Por una
parte, el Nilo no se desbordó, las cosechas se perdieron y muchas
personas murieron de hambre. Por otra parte, seguía teniendo enemigos
poderosos como era Poteinos, el consejero de su hermano Ptolomeo.
En el año 48 a.C. Cleopatra descubrió que su hermano y Poteinos
conspiraban contra ella. Querían secuestrarla y matarla, por lo que
tuvo que huir de Egipto acompañada de su hermana Arsinoe. Navegaron
por el Mediterráneo refugiándose cerca de Siria, y con el tiempo,
volvió con su ejército para reconquistar su tierra.
Julio César y Cleopatra
Mientras tanto, Julio César y Pompeyo se enfrentaron por el poder de
Roma, provocando una guerra civil, venciendo Julio César. Pompeyo se
dirigió a Egipto en busca de ayuda, pero cuál fue la sorpresa que los
seguidores de Ptolomeo le asesinaron al desembarcar en Alejandría.
Cuatro días después, César llegó a Egipto y vio lo sucedido. Deseaba
mantener la paz y solicitó reunirse con Ptolomeo y Cleopatra para
alcanzar un acuerdo. La reina no confiaba en su hermano y necesitaba
la protección de César. Con la ayuda de su intendente Apolodoro, a
escondidas y al anochecer, llegó hasta él, quien quedó fascinado por
su encanto e inteligencia. ¡Qué valiente fue Cleopatra! Ya se había
ganado la confianza de Julio César.
Pero esto no le gustó nada a su hermano Ptolomeo. Hasta oídos de
Julio César llegaron los planes de conspiración contra él por parte de
Poteinos, y ordenó que lo ejecutaran. Perdonó la vida a Ptolomeo y le
dejó salir de la ciudad, reuniéndose con Arsinoe, su hermana, quien
había logrado escapar y lideraba un ejército egipcio contra César.
Ambos finalmente fueron vencidos en una dura batalla. Poco tiempo
después Ptolomeo apareció muerto en el puerto de Alejandría. Arsinoe
fue enviada como prisionera a Roma.
Ahora Cleopatra, con 22 años, reinaba junto a su hermano Ptolomeo XV
Filópator (de sólo 11 años) y se sentía más segura bajo la protección
y el amor de César, quien en el año 46 a.C. regresó a Roma triunfante
por su victoria. Tras él, llegó Cleopatra pretendiendo un tratado de
paz entre Egipto y Roma, llevando consigo a Ptolomeo XVI Cesarión,
hijo de César, y a su hermano Ptolomeo XV. No obstante, la relación
entre Julio César y Cleopatra no agradó en Roma, sobre todo por la
posibilidad de que en el futuro el hijo de ambos pudiera gobernar.
A pesar de todo, César obtenía cada vez mayores reconocimientos,
siendo nombrado dictador vitalicio. Sin embargo, en el año 44 a.C.,
tras una reunión en el Senado, Julio César fue apuñalado.
Marco Antonio y Cleopatra
Cleopatra regresó a Egipto. Su protector había sido asesinado y su
reino volvía a estar en peligro. Este hecho provocó una guerra civil
en Roma que duraría tres años, liderada por tres importantes hombres
que lucharon contra los líderes de la conspiración: Octavio, Marco
Antonio y Lépido. Tras derrotarlos firmaron un tratado de paz en el
que acordaron gobernar Roma juntos durante cinco años.
A partir de ese momento, Marco Antonio controlaría Egipto. Pero
necesitaba el apoyo de Cleopatra que ahora reinaba junto a su hijo
Cesarión. Precisaba del oro de Egipto para pagar a los ejércitos que
velaban por su parte del Imperio, y el trigo para alimentar a sus
hombres. Por su parte, la reina egipcia pretendía la protección del
romano.
Marco Antonio y Cleopatra se dieron cita en Tarso (Turquía). La reina
apareció deslumbrante y tras varios encuentros consiguió lo que se
proponía. Marco Antonio se unió a ella impresionado por sus encantos.
Antonio pasó una temporada en Alejandría junto a Cleopatra, quedando
embarazada de gemelos. Pero el romano no pudo verles nacer ya que a
comienzos del año 40 a.C. tuvo que regresar a Roma pues Fulvia, su
esposa, participaba en una conspiración contra Octavio. A finales de
año, su esposa murió, y firmó un acuerdo de paz con Octavio; y en
señal de amistad, se casó con la hermana de éste, Octavia.
Cleopatra siguió reinando Egipto. Cuatro años después regresó Marco
Antonio. Su protección seguía ayudándola a mantener la independencia
de Egipto. Tuvieron su tercer hijo, Ptolomeo Filadelfo.
Durante un tiempo, Antonio no tuvo éxito en sus conquistas perdiendo
muchos soldados y muchas tierras. Hasta que finalmente, invadió
Armenia y regresó triunfante a Alejandría. Cleopatra fue coronada
“Reina de reyes” y todos sus hijos también recibieron títulos reales.
- Cesarión, de 13 años, fue proclamado “Rey de reyes”.
- Alejandro Helios, de 6 años, fue nombrado rey de Armenia.
- Cleopatra Selena, reina de Cirenaica y Creta, también con 6 años.
- Y Ptolomeo Filadelfo, con sólo 2 años, rey de Asia Menor.
Marco Antonio y Cleopatra eran fuertes aliados y tenían grandes
ambiciones. Recuperaron algunos de los territorios que la familia de
la reina había controlado en el pasado. Pero Octavio se enteró de la
ambición de ambos e informó al Senado romano tratando a Marco Antonio
de traidor. Además, el divorcio de su esposa romana se tomó como
ofensa.
El fin de Cleopatra, la última reina egipcia
A finales del 32 a.C. Octavio declaró la guerra a Cleopatra y a
Egipto. Marco Antonio actuó en la guerra como aliado de Cleopatra en
contra de Roma. Llegaron a Grecia temiendo un ataque que le llevara a
perder ese territorio. Pero en realidad, no les fue nada bien, pues
los soldados romanos fueron venciendo al ejército de Marco Antonio,
capturando sus fuertes y hundiendo sus barcos.
Poco a poco la situación empeoraba, y desesperados Antonio y Cleopatra
decidieron atravesar el cerco romano. Aunque ¡no les pudo ir peor!
Fueron derrotados en la famosa batalla de Accio (Actium), aunque
Cleopatra consiguió huir con su flota regresando a Alejandría, donde
entró triunfante como si hubiera logrado una gran victoria, para
evitar que sus enemigos en Egipto no la dejaran entrar al saber que
había sido vencida por Octavio.
Antonio estaba hundido por la deshonra y decidió ocultarse en la isla
de Faros sin querer ver a nadie. Mientras tanto, Cleopatra seguía
pensando en la forma de continuar gobernando. Octavio no tenía
suficiente oro para pagar a los ejércitos, por lo que de momento no
podría atacar de nuevo. Pero sí sabía que volvería tarde o temprano en
busca de la necesitada riqueza de Egipto.
Poco tiempo después, Antonio salió de su retiro y de nuevo volvieron
las fiestas a palacio.
Un año después se recibió la noticia de la llegada de Octavio, y
Cleopatra temiendo su reacción, le envió una carta ofreciéndole Egipto
con la condición de que gobernaran sus hijos. Pero Octavio ni siquiera
contestó: estaba claro que quería gobernar solo.
Mientras, Marco Antonio reunió a su ejército para enfrentarse a
Octavio. Pero sus soldados desertaron huyendo avergonzado y derrotado,
y culpando a Cleopatra, quien asustada por la ira del romano se
encerró en su mausoleo.
Corrieron rumores de que la reina egipcia había muerto. Marco Antonio
enloquecido se clavó su espada, justo en el momento en el que el
secretario de Cleopatra llegaba anunciando que estaba viva. Fue
llevado junto a Cleopatra y murió en sus brazos.
Poco después en el año 30 a.C., a la edad de 39 años, murió Cleopatra,
la última reina de Egipto. Sobre su muerte hay muchas leyendas, pero
el cuerpo de Cleopatra no se ha encontrado, por lo que los expertos no
han podido estudiar su causa.
Lo cierto es que Cleopatra fue una reina orgullosa que prefirió la
muerte antes de someterse a Octavio y humillarse ante los romanos. Se
suicidó junto a sus dos fieles sirvientas, pero ¿cómo murieron? ¿Se
clavaron una aguja envenenada? ¿Pudo ser la mordedura de un áspid con
su veneno la causa de su muerte?
Octavio respetó sus deseos y su cuerpo fue sepultado cerca de su amado
Marco Antonio. Su tumba nunca fue encontrada.
¿Qué paso con Egipto?
El país quedó bajo el gobierno de Roma, lo que supuso el fin de la
civilización egipcia. Octavio se proclamó nuevo faraón y ordenó la
destrucción de muchos monumentos egipcios y documentos oficiales.
Alejandría continuó siendo un gran centro cultural y comercial, pero
la prosperidad de Egipto fue decayendo.