Después
de más de seis años de ausencia, Andrés Calamaro volvió a los
escenarios de Capital Federal con un concierto en el que evitó
hablar del largo juicio al que fue sometido.
Al cabo de un día agitado, que
comenzó con su absolución en una causa en la que estaba acusado de
alentar el uso de drogas en un recital que dio hace más de diez
años, deleitó a miles de fanáticos reunidos en el estadio Luna Park.
Junto a varios invitados, durante más
de dos horas de concierto, interpretó 25 canciones de
distintas etapas de su carrera.
El Luna Park lució repleto en el
primero de los tres recitales que tiene previsto dar Calamaro, y las
localidades para los del martes y miércoles están agotadas desde
hace varios días.
En la platea se vio a algunos
jugadores de Plate y también a Pipo Cipolatti, los músicos de
Bacilos y Gustavo Cordera, quien disfrutó además, de la actuación de
sus músicos que acompañan a Andrés.
También lo hicieron Juanse, de
Ratones Paranoicos, y Andrés Ciro, de Los Piojos, quienes
participaron de un emocionado recuerdo de Pappo.
Además, Calamaro invitó a su hermano
Javier, quien fue el único que hizo alusión a los problemas
judiciales del artista, al sostener que "esta noche la Argentina
está festejando la inteligencia y la justicia".