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verdades sobre el clítoris
Existen muchas ideas asociadas a
esta parte del cuerpo de la mujer, muchas de las cuales no te
atreves a preguntar o no sabes cómo solucionar. Con el fin de
dilucidar lo que rodea a este foco de estimulación y los cuidados y
problemas que lo aquejan, te entregamos los conocimientos más
importantes que debes saber al respecto.
Sin
duda alguna, el clítoris es una de las zonas más importantes de la
anatomía femenina, pero hombres y mujeres no tienen la suficiente
información que necesitan.
Incluso hay quienes ni
siquiera saben dónde está o cómo estimularlo. Por eso, a
continuación, les entregamos las herramientas adecuadas para hacer
uso de él, correcta y cuidadosamente, aumentando indudablemente el
placer sexual femenino.
1.- Anatomía
Primero que todo, es necesario saber dónde se encuentra el clítoris.
Éste está escondido bajo la capucha clitorídea, punto donde se unen
los dos extremos superiores de los labios mayores, encima de la
uretra.
El clítoris está
compuesto por una punta redondeada y un cuerpo. Éste se divide en
dos brazos que se extienden hacia dentro, rodeando el conducto
vaginal. Los nervios de éste, controlan las contracciones del sector
y de las paredes de la vagina, vesícula y uretra.
Al igual que el pene,
el cuerpo del clítoris posee un tejido esponjoso y eréctil que se
llena de sangre cuando se excita, haciendo que duplique su tamaño,
lo que no implica que duplique su intensidad.
Sin embargo, todos los
clítoris son muy sensibles, incluso por estimulación mental o
física; ya que cualquier excitación hace que éste se hinche de
sangre, al igual que los tejidos que lo rodean, haciendo que incluso
el clítoris desaparezca, ya que lo protegen del contacto directo,
debido al aumento de su sensibilidad.
Ahora bien, después de
llegar al clímax o bien cuando cesa el estímulo, la sangre drena
hacia fuera del área y el clítoris vuelve a su tamaño natural.
2.- Funcionamiento
Curiosamente, el clítoris no tiene ninguna función reproductiva, ni
tiene relación alguna con el ciclo menstrual o la producción de
orina. Sólo es un instrumento de placer sexual femenino.
3.- Cuidados
Al igual que cualquier otra parte de nuestro cuerpo, es importante
auto-examinarse de vez en cuando la vulva y analizarla. Es decir,
ver si hay sectores que están muy rojos o irritados, si hay
erupciones, granos, llagas, ampollas o verrugas genitales.
Además, es importante controlar si hay
flujo anormal en la vagina. Y si encuentras algo que te parezca
distinto, acude mejor al médico para que evalúe su procedencia y
tratamiento.
También es importante mantener una higiene extrema, por estar en un
sector de humedad y roce. Las glándulas de la capucha clitorídea
secretan una sustancia sebácea que lubrica el clítoris, pero que si
no se higieniza diariamente, se transforma en esmegama, un fluido
espeso. Producto de esto, se pueden producir dolorosas irritaciones
y llagas. Por eso es muy importante hacer día a día –y ojalá dos
veces al día- una limpieza muy minuciosa en este sector.
4.- Enfermedades
Por ser un sector de extrema sensibilidad, es importante poner
atención a los dolores que allí se presenten, los que pueden ser un
claro síntoma de una patología llamada liquen escleroso, producido
por daños en los nervios y estimulación muy vigorosa.
Esta enfermedad
provoca muchísimo dolor cuando el clítoris es tocado o simplemente
rozado.
También se ha
informado dolor en el área producto de la presencia de hongos
vaginales, los que deben ser tratados a la brevedad por un
especialista, sobre todo si las molestias se extienden por más de un
día.
5.- Placer
Obtener el goce sexual a través de la estimulación clitorídea es muy
fácil, gracias al sinnúmero de terminaciones nerviosas que allí se
ubican, las que según algunos llegan a más de ocho mil.
Por lo tanto,
cualquier estimulación es bienvenida, claro que sólo la paciencia,
suavidad y ritmo, provocarán el éxtasis esperado.
Esta tonificación
puede ser realizada manualmente, en forma oral, con elementos
externos como vibradores, o bien gracias al roce producido por los
cuerpos durante el acto sexual.
6.- Origen
Si bien el tema del origen de la palabra clítoris aún no se ha
afirmado, se dice que proviene del griego keitoris, aunque
hay otros que aseguran que es de origen egipcio, ya que ki se
le llama a la vulva.
También existe otra
teoría que dice que viene del hindú bhagkosha que significa
el tesoro de la vulva. ¿Romántico, no?
Karen Uribarri
Guzmán
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