Las siete características necesarias para llegar a ser
un buen empresario
La perspectiva de emprender un
negocio y hacerlo triunfar suele provocar un cosquilleo en el
estómago. Pero no a todo el mundo se lo produce. Según el Centro de
Información para la Pequeña Empresa de Microsoft, no todo el mundo
pude dirigir una empresa, se necesitan unas características
especiales que definirán el éxito del proyecto en el ámbito del
liderazgo.
Infobae.com - ¿Cómo saber si reunimos
los requisitos para emprender un negocio? La verdad es que no hay
forma segura de saberlo, pero veo que hay ciertas características
comunes entre las cualidades emocionales y la situación familiar de
las personas que se aprestan a embarcarse en una aventura
empresarial.
No es necesario reunir las siete características para considerarse
un buen aspirante a empresario, pero la verdad es que ayuda. En
general, cuanto más se acerque a estas características, más
probabilidades tendrá de acumular los requisitos para montar su
propio negocio.
1) Pertenece a la clase de personas que no puede trabajar para
otra. No lo digo en un sentido negativo. Los que logran poner en
marcha su propio negocio suelen venir de familias cuyos padres
trabajaban por cuenta propia. Por lo común, es más fácil conseguir
un trabajo en una empresa que iniciar un negocio propio. No es
extraño que quienes se abren paso por sí mismos hayan tenido el
ejemplo directo de sus padres.
2) Es un empleado pésimo. Sin paliativos. Muchos de los que
ponen un negocio propio han sido despedidos o se han ido de varios
trabajos. No me refiero a despidos por falta de trabajo o de cambios
a otros trabajos mejor pagados: sólo le pidieron que se marchara o
se fue antes de que le echaran. Hay que pensar en ello como si fuera
el mercado el que dijera que la única persona capaz de motivarle y
dirigirle con eficacia es usted mismo.
3) Es de los que ven varios significados en el término
«estabilidad laboral». Sinceramente, envidio a las pocas
personas que conozco que han permanecido con un solo empleador 25 o
30 años. Se sienten segurísimos. Pero, ¿a cuánta gente conoce que
pueda estar en una empresa durante tanto tiempo? En una economía tan
cambiante, la estabilidad laboral se está tornando efímera de forma
alarmante.
4) Ha alcanzado su techo o no tiene expectativas. A veces, la
motivación para embarcarse en el negocio propio nos viene de haber
subido todo lo que se podía en nuestro escalafón, mirar alrededor y
pensar «y ahora, ¿qué?». Un éxito precoz puede resultar maravilloso,
pero una jubilación anticipada puede hacer de gente enérgica y
motivada auténticos chiflados.
5) Ya ha estudiado el mercado y ve nuevas oportunidades. No
se le ocurra mencionarme siquiera su magnífico proyecto si no ha
dedicado tiempo a averiguar si su producto o servicio tiene un
mercado. Se lo dirán muchas personas implicadas en negocios fallidos
en Internet: una buena idea no es por fuerza una idea rentable. No
se empeñe en el proyecto sin antes asegurarse de tener buenas
posibilidades de que aparezcan los clientes.
6) Su familia lo apoya. Iniciar un negocio resulta estresante
en el mejor de los casos. Si lo hace sin el apoyo de su cónyuge u
otros miembros importantes de su familia o su entorno, puede
resultar insoportable.
7) Sabe que no puede hacerlo solo. Es posible que sea el
mejor promoviendo su negocio. A lo mejor le encanta llevar las
cuentas de la empresa. Igual es de los que monta su negocio
basándose en su creatividad o sus conocimientos técnicos para crear
un producto
Fuente:
http://www.noticiasdot.com
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