Mitos sexuales que debes
desterrar
No sólo de
fantasías está hecho el lecho, también de mitos que interfieren con
una vida sexual plena. Conócelos, y comienza a dejarlos atrás...
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Sexo = penetración, sin eso, no
existe. Cuántas veces
nos hemos encontrado pensando: “sólo nos besamos y nos acariciamos,
no tuvimos sexo”. La sexualidad consiste en la experiencia de todos
los sentidos y aunque la penetración es una parte muy importante y
placentera de la relación sexual, no tiene sentido reducir la
vivencia a la presencia o no de coito porque nos estaríamos
perdiendo parte deliciosa del vínculo. ¿Qué diría si le dijera que
inclusive es posible tener sexo (muy placentero) sin necesidad de
que los cuerpos se toquen? (Este será tema de otro artículo).
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La relación sexual normal es
aquella en la que una vez que se consigue la excitación nunca se
debe interrumpir. La
excitación en sí misma puede ser una experiencia muy agradable. Si
bien no es conveniente acumular excitación sin descarga (lo cual
significa tener muchos encuentros en los cuales quedamos
excitados sin tener orgasmo) porque cuando se acumula tensión existe
la necesidad física y emocional de la distensión, que en alguna
oportunidad no se produzca un orgasmo no indica ninguna anormalidad.
Esto significa que podemos quitarle presión al asunto y disfrutar la
excitación y jugar y divertirnos. Y si hay orgasmo, genial. Si esta
vez no lo hay, pues vendrá la próxima. Se trata de no “exigirnos”
nada, sólo de disfrutar las sensaciones.
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La erección es una condición
indispensable.
Ciertamente, para que exista el coito, es importante que el pene
esté en erección. Y es, como dijimos antes, una modalidad muy
placentera de las relaciones sexuales. Pero no es la única. Existen
otros recursos que se pueden usar para el disfrute sexual, que no se
reducen a la existencia o no de una erección. Como en la vida en
general, mientras más recursos tengamos a disposición, más podremos
disfrutar del tránsito por ella.
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Toda caricia sexual debe llevar
a una relación genital.
Suele ser una característica de la sexualidad que los varones
expresan habitualmente y de la que algunas mujeres alguna vez se
quejan: “nos acariciamos y siempre quiere terminar haciendo el
amor”. Podemos intercambiar caricias sexuales sin necesidad de un
coito. La genitalidad es un aspecto muy importante y disfrutable de
la sexualidad, pero no el único.
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El sexo siempre es bueno.
Esta afirmación puede sonar engañosa. El sexo es bueno cuando está
acompañado de respeto, de afecto, de cuidado por si mismo y por la
otra persona, cuando satisface las necesidades mutuas y es de
consentimiento recíproco. El sexo es bueno cuando se produce en el
tiempo, el espacio y el momento adecuado para las dos personas que
lo experimentan.
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Los varones siempre usan
preservativos. Ojalá
esta fuera una realidad en las primeras relaciones sexuales y
aquellas en las que aún no existe compromiso de exclusividad sexual.
Así se evitarían muchas enfermedades de transmisión sexual y muchos
embarazos no deseados. Sin embargo, para muchos varones, el uso de
preservativos está relacionado con una disminución del placer y de
las sensaciones. Actualmente, muchas mujeres toman la iniciativa de
usar el preservativo en las relaciones genitales. Es posible
aprovecharlo como un elemento lúdico en el intercambio sexual, para
convertirlo en un aliado de la seguridad y no en un interruptor del
placer de ambos.
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El pene circunciso siente
diferente al no circunciso.
Quienes han experimentado una circuncisión de adultos coinciden en
señalar que no existen diferencias en las sensaciones placenteras.
Incluso, muchas mujeres prefieren un pene circunciso porque les
parece más higiénico y estético.
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El sexo siempre es espontáneo y
natural. No siempre. Y a
veces es necesario planificar sesiones de sexo, sobre todo en las
parejas de larga data, con elementos especiales de seducción y
conquista, para recuperar sensaciones anestesiadas y experiencias
que por la rutina y el acostumbramiento se fueron perdiendo.
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Estas creencias ya pasaron de
moda y no tienen vigencia.
Pregúntese si no hay alguna de estas afirmaciones que considerara
como verdades. Esa será la respuesta a este último mito urbano.
Fuente:
http://www.enplenitud.com/
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