Un sentimiento anti Bush invade las cadenas de televisión estadounidenses

Políticamente galvanizados como no lo habían estado desde principios de los 90, los productores y los guionistas más liberales de Hollywood cada vez expresan más su disconformidad con el presidente George W. Bush no sólo con sus billeteras, sino también a través de sus guiones. En las últimas semanas, los personajes de los programas de horario central fueron un poco más allá de las críticas típicamente hollywoodenses contra los políticos de Washington y atacaron directamente al presidente Bush o cuestionaron sus políticas, entre ellas la decisión de ir a la guerra en Irak, el apoyo a la ley antiterrorista y el respaldo de una enmienda constitucional para prohibir los casamientos entre homosexuales.

En el programa “Whoopi” de la cadena NBC, el personaje protagonizado por Whoopi Goldberg se puso a criticar a Bush cuando un “doble” del presidente se presentó en su establecimiento para hacer uso del baño. “No puedo creer que esté ahí adentro haciéndole a mi baño lo que le hizo a la economía”, dijo. Uno de los detectives astutos de la serie “La ley y el orden” de la cadena NBC, protagonizado por Jesse Martin, se refirió al presidente como el “tonto que nos mintió a todos”, para luego agregar: “No veo ningún arma de destrucción masiva, ¿y vos?” Su compañero, protagonizado por Jerry Orbach, le respondía que Saddam Hussein sí tenía ese tipo de armas porque el “papi” del presidente se las vendió a alguien “que antes vivía en Bagdad”.

Pero fue el programa final de la temporada de “Curb Your Entusiasm”, de la cadena HBO, el que mejor transmitió el sentimiento que se respira en el aire desde hace un tiempo. En ese episodio, el personaje principal, protagonizado por el comediante Larry David, puso fin a un coqueteo cuando se dio cuenta de que su “amada” tenía una foto de Bush en la cómoda. Los ejecutivos de las cadenas y algunos productores dijeron que se trataba de casos aislados, que reflejaban el debate político que dividía al país y que surgían en un momento en el que la televisión nunca tuvo una mayor diversidad de puntos de vista. Los mismos ejecutivos agregaron que estos ejemplos no deberían ser vistos como el reflejo de una agenda supuestamente liberal.

Sin embargo, muchos en la comunidad creativa no esconden su enojo y disconformidad con el gobierno y algunos reconocen canalizar esas emociones a través de sus producciones. “Uno tiene ganas de decirle a la gente ‘¿Este hombre está conduciendo el país como un norteamericano o como un cristiano?’”, dijo Goldberg, que es productora ejecutiva y guionista de “Whoopi”. Cuando le preguntaron si le gustaría que su programa contribuyera a la derrota de Bush, dijo “Claro que me gustaría”, pero agregó que lo que le interesaba era presentar opiniones encontradas.

Tim Graham, analista del Media Research Center, un grupo conservador que analiza los medios en busca de indicios de un sesgo liberal, dijo que los guiones no habían tenido una carga política como ésta desde la elección de 1992. De hecho, después de los atentados terroristas del 11 de septiembre, muchos en Hollywood parecieron alinearse detrás del presidente y así ayudar a mejorar la imagen de los Estados Unidos en el exterior. Algunos ejecutivos hasta produjeron un programa llamado “DC 9/11: Time of Crisis”, una película de la cadena Showtime sobre cómo Bush había manejado los ataques.

Pero la combinación de la no aparición de armas no convencionales en Irak, la crisis económica y las políticas sociales y ambientales trocaron el sentido de la acción. “Nunca antes la comunidad había estado tan unida como ahora”, dijo Laurie David, que se dedicó activamente a organizar a la comunidad creativa en contra de Bush. “No pasa un día sin que me llame una docena de personas diciéndome ‘¿Qué puedo hacer?’ Y todos tienen un mismo objetivo: cambiar el curso de lo que está pasando en el país y sacarnos de encima esta administración”.

La señora David y otros que piensan como ella están invirtiendo mucho dinero en la movida. Ella, por ejemplo, donó 100.000 dólares al Media Fund and America Coming Together, grupos demócratas que utilizan donaciones ilimitadas para sacar al aire comerciales de televisión y motivar a los votantes en contra del presidente. Marcy Carsey, cuya productora Carsey-Werner-Mandabach produce “Whoopi”, donó 500.000 dólares al Media Fund. Hace unos días, se calcula que la campaña del senador John Kerry recaudó 2,5 millones de dólares en un evento organizado en Beverly Hills al que asistieron poderosos ejecutivos como Sherry Lansing, director de Paramount Studios, y estrellas como Jennifer Aniston y Owen Wilson.

Los republicanos, conservadores y colaboradores de la campaña de Bush suponen que de Hollywood, un bastión del liberalismo, va a salir mucho dinero para los demócratas. Pero se mostraron sorprendidos ante la reacción de la televisión. Graham dice que el sentimiento antiBush en los programas de horario central era más molesto que de costumbre porque estaba inmerso en muchos programas de las principales cadenas y no sólo en las comedias. Dick Wolf, productor ejecutivo de la serie “La ley y el orden”, dijo que las críticas de sus personajes en contra de Bush formaban parte de la larga tradición de provocación de sus programas. Pero otros productores son más punzantes. “¿Por qué tienen que considerarse antipatriota hacer algo que es un derecho inherente, el de debatir ideas?”, dijo Tom Fontana, creador de programas como “Oz” y “Homicide”.

Robert Breech, productor ejecutivo de “The Practice” en la cadena ABC, dijo que su programa intentaba encender el debate y al mismo tiempo entretener. En un episodio, una abogada pronunciaba un discurso apasionado ante un jurado en el que hacía referencia al uso de una “zona de libertad de expresión” que aislaba a Bush de quienes lo criticaban. “¿Qué está pasando en nuestro país?”, preguntaba la abogada. “Lo que estamos haciendo es simplemente invitar a la gente a pensar sobre estas cuestiones”, dijo Breech. “¿Cuándo es demasiado lejos cuando se trata de nuestra seguridad?”.


© The New York Times

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