Una nueva plaga en Internet: luego del spam, llega el spim
El
"spam" o correo basura tiene un hermano menor que crece rápidamente.
Se llama "spim" y consiste en el envío de mensajes basura a través
de programas de mensajería instantánea (como los de Microsoft, Yahoo
y AOL). Muchos especialistas lo consideran la próxima plaga de
Internet. Según advierten, se enviaron entre 400 y 500 millones en
2003, y la cifra se triplicará este año.
El nombre de esta técnica no es casual. La pasión de la jerga
tecnológica por las abreviaturas ha querido unir la palabra spam
con la sigla en inglés de "mensajería instantánea" (IM, por
instant messaging). De este modo, la creciente invasión fue
bautizada como "spim" (SPam over IM).
Renace un viejo truco
A decir verdad, el fenómeno no es nuevo. Cualquier usuario del
pionero programa de mensajería ICQ vio pasar hace ya varios años
algún mensaje de fuente desconocida que lo invitaba a hacer clic en
una dirección de Internet. Pero recién ahora el negocio de la
publicidad indeseada está siendo explotado a través de esta vía de
manera más sistemática.
¿Por qué los spammers apuntan a este medio? "La razón del
despegue del spim es muy simple: los mercaderes van adonde va la
gente —dice Robert Mahowald, analista de la firma IDC de
Massachusetts, citado por la publicación NewScientist—. La
mensajería instantánea es sólo otro canal, pero la gente comienza a
usarlo con más frecuencia".
La manzana en el paraíso
El negocio de la mensajería instantánea ha sido bendecido con un
crecimiento espectacular. Ferris Research (www.ferris.com)
afirma que estos programas tenían 10 millones de usuarios en 2002. Y
según sus proyecciones, serán 182 millones en 2007.
Su utilización en las empresas favorece un notable ahorro en
llamadas telefónicas locales e internacionales. Lo mismo sucede en
los hogares, con el atractivo agregado del uso del micrófono
y la videocámara para mantener un contacto vital con seres queridos
que están lejos.
En la Argentina, los usuarios habituales son, en su
mayoría, menores de 25 años, según un estudio de la consultora
argentina Carrier y Asoc. Hasta los 18 años, el 55% lo usa
habitualmente. El porcentaje baja a 17% en mayores de 36 años. No
hay grandes diferencias entre sectores socioeconómicos ni entre
hombres y mujeres. La mayor diferencia la determina la edad.
Algunos estudios sostienen que el spamming ha afectado
tanto al correo electrónico que millones de usuarios están
abandonándolo o disminuyendo su uso. Pero ya varios se preguntan: si
el spimming creciera hasta los niveles de su hermano mayor,
¿dónde se esconderá el desesperado humano que necesita comunicarse
sin que lo molesten, sin deber rastrear al contacto verdadero entre
una multitud de anónimos invasores?
Perspectivas y consejos
Muchos de los que estudian el fenómeno creen que nunca alcanzará el
nivel del "tradicional" spam, ya que hay fundamentalmente dos
mecanismos naturales que deberían frenarlos.
La primera defensa: los programas
de mensajería ofrecen una "buddy list" o "lista de amigos" que
permite filtrar mensajes indeseados. En la opción "privacidad",
basta seleccionar el casillero que indica "Sólo los contactos de mi
lista admitidos pueden ver mi estado de conexión y enviarme
mensajes".
"Las herramientas están preparadas para resistir este tipo de
ataques y abusos", dice a Clarín Jorge Messano, de AOL
Argentina. "Falta, como en otras cosas, generar conciencia en el
usuario. Las herramientas de Internet deben ser simples. ¡No deben
requerir un doctorado en la Universidad de Bologna! El mejor
consejo en este caso es cerrar las listas: permitir
enviar mensajes sólo a los contactos registrados".
La segunda defensa: por ahora
esta técnica no tiene caminos infinitos como el e-mail. Los mensajes
viajan por los servidores de una sola compañía (Yahoo, AOL,
Microsoft). "Los mensajeros instantáneos corren todos sobre
protocolos propietarios, de cada uno de los fabricantes, con lo cual
el control que se hace sobre el tráfico es mucho más preciso del que
se puede hace sobre el correo electrónico —explica Messano—. Estos
métodos se aprovechan no de la herramienta ni de una eventual falla
de ésta sino de la inocencia del usuario".
Como siempre, el mejor modo de defenderse de una amenaza es saber
reconocerla.
Se sabe que los spimmers arman sus bases de usuarios de mensajería
principalmente usando técnicas clásicas del spam: por ejemplo,
mediante bots (programas robot). Para recolectar e-mails,
los bots recorren la Web en busca del signo "@".
Los spimmers usan bots para buscar nombres de usuarios de programas
de mensajería publicados en Internet. También se cree que los
instalan en salas de chat.
Los daños
¿Y qué daño pueden hacer? Según informó Wired en su versión
online (www.wired.com),
un reciente aluvión de spim que invitaba a descargar un videojuego
convirtió a inadvertidos usuarios de AOL Instant Messenger (AIM) en
involuntarios spammers: "El juego tenía un spyware
(programa espía) que permitía a la empresa PSD Tools hacer aparecer
pantallas publicitarias (ads) en las computadoras de los
usuarios, además de distribuirse entre todos los contactos de su
lista".
Los millones del spim son por ahora una gota en el océano Internet,
pero las inmensas posibilidades de este medio suelen deparar
sorpresas. Por las dudas, los expertos ya miran de reojo este
desafío.
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