Qué supo, cuándo lo supo y qué hizo Bush con lo
que supo antes del 11-S
La administración
Bush publicó ayer documentos previamente clasificados sobre sus planes
para atacar a Osama bin Laden. Es un intento para proteger a la
asesora de Seguridad Nacional, Condoleezza Rice, cada vez más
cuestionada por no haber reconocido la amenaza que representaba Al
Qaida. Después de una semana de alegatos dañinos sosteniendo que la
administración no había prestado la debida atención a las advertencias
de que Al Qaida planeaba atacar a Estados Unidos, la Casa Blanca
publicó documentos que muestran que una semana antes del 11 de
septiembre de 2001, el presidente Bush había dado órdenes a sus
asesores militares para planificar estrategias para golpear a la red
terrorista.
La movida defensiva subraya la creciente presión sobre la Casa Blanca
para demostrar que hizo todo lo posible para abordar el problema de Al
Qaida en los meses posteriores a la asunción del presidente Bush. Este
tema –lo que sabía la administración y cuándo lo supo– es el foco de
una investigación en curso de la comisión independiente del 11-S. Tras
una vuelta atrás esta semana, se anunció que Rice dará testimonio
público a la comisión el próximo jueves. Rice seguramente se
enfrentará a una batería de preguntas sobre qué era lo que la
administración sabía sobre Al Qaida en los meses previos al atentado.
La comparecencia de Rice, bajo juramento, tiene el potencial de dañar
enormemente a la administración Bush a causa de sus declaraciones
anteriores. El 23 de marzo, Rice escribió en The Washington Post: “A
pesar de lo que se ha sugerido, no recibimos información de
Inteligencia de que los terroristas se estaban preparando para atacar
al país usando aviones como misiles...”. Los miembros de la comisión
seguramente confrontarán a Rice con los hallazgos de una indagación
del Congreso que parecerían contradecir directamente los comentarios
de Rice. La Comisión Reservada de Inteligencia del Senado y la
Comisión Reservada Permanente de Inteligencia del Congreso de
investigación conjunta emitieron el informe en diciembre de 2002.
En las conclusiones decía: “Comenzando en 1998 y continuando durante
julio de 2001, la Comunidad de Inteligencia recibió una modesta pero
continua corriente de Inteligencia informando sobre la posibilidad de
ataques terroristas dentro de los Estados Unidos... Desde por lo menos
1994 y bien entrado el 2001, la Comunidad de Inteligencia recibió
información indicando que terroristas estaban contemplando, entre
otros medios de ataque, el uso de aeronaves como armas”.
La controversia que rodea a Rice inicialmente fue disparada por
comentarios del ex jefe de contraterrorismo de la Casa Blanca, Richard
Clarke, que sostuvo en un libro recientemente publicado y luego otra
vez bajo declaración jurada ante la comisión que había advertido a la
administración en repetidas ocasiones de la amenaza representada por
Al Qaida y que lo habían ignorado.
La presión aumentó significativamente con las declaraciones de una ex
traductora del FBI que le dijo a The Independent esta semana que ella
había provisto información a la comisión del 11-S que podría probar
que altos funcionarios sabían de los planes de Al Qaida para atacar a
los Estados Unidos con aviones, meses antes de que ocurrieran los
ataques. Dice que la declaración de Rice de que esta información no
existía es “una mentira atroz”.
Sibel Edmonds, 33, dijo: “Le di (a la comisión) detalles de archivos
específicos de la investigación, las fechas específicas, información
específica sobre blancos, directores específicos a cargo de la
investigación. Les di todo como para que pudieran volver atrás y hacer
el seguimiento. No son rumores. Son cosas que están documentadas. Son
cosas que se pueden comprobar fácilmente”. Ayer, Edmonds dijo que
esperaba que la comisión presentara a Rice la aparente contradicción
sugerida por el informe de la investigación conjunta del Congreso,
cuando se presente el jueves próximo. “Creo que le van a preguntar.
¿Obtendrán un respuesta? La veo dando vueltas para responder e
intentado escabullirse diciendo que pensábamos que iban a secuestrar
un avión pero no utilizarlo como misil”, dijo. “Si se junta esta
información (que vi) con otras cosas que tenían sobre el memorándum de
Phoenix (sobre sospechosos tomando clases de vuelo) y cosas que
llegaban de oficinas de campo sobre escuelas de vuelo, no hay forma de
que puedan decir que no sabían. Un idiota se daría cuenta.”
Edmonds, del norte de Virginia, fue despedida del FBI en marzo de 2002
después de declarar públicamente la incompetencia dentro del
departamento de traducción. En el mismo momento, senadores
testificaron a favor de su credibilidad en 2002. El senador
republicano Charles Grassley, presidente de la Comisión de Finanzas
del Senado, dijo que habló con oficiales del FBI, quienes confirmaron
muchas de sus declaraciones. “Es creíble y la razón por la cual pienso
que es muy creíble es que gente dentro del FBI ha corroborado su
historia”, dijo en ese entonces.
Cuando Edmonds le hizo juicio al FBI por su despido, el secretario de
Justicia, John Ashcroft –a pedido del director del FBI, Robert Mueller–,
invocó el procedimiento escasamente utilizado de “privilegio secreto
del Estado” para peticionar ante la corte que no diera lugar al caso..
Edmonds estará presente en la audiencia en la que Mueller dará
evidencia este mes. Espera que la comisión le pregunte específicamente
sobre si una oficina de campo del FBI obtuvo en abril de 2001
información sobre un ataque que utilizaría aviones y si un informante
del FBI utilizado por la oficina durante diez años había revelado
detalles de planes y células terroristas específicas que ya estaban en
el país. “No podrá decir que no”, dijo. “Estoy diciendo que deberían
hacerle al director Mueller preguntas muy serias.” El documento
divulgado por la Casa Blanca era una directiva presidencial del 4 de
septiembre de 2001 que le ordenaba al secretario de Defensa, Donald
Rumsfeld, planificar opciones militares “contra blancos talibanes en
Afganistán, incluyendo liderazgo, control de comando, Aire y Defensa
de Aire, fuerzas terrestres y logística”.También ordenaba planes
contra Al Qaida y “facilidades terroristas asociadas en Afganistán,
incluyendo liderazgo, comunicaciones de control comando, entrenamiento
y facilidades logísticas”.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Comparte este articulo :
/
Compartir en Facebook
/
Ver historial completo de
noticias destacadas. |
|