SUSANA VISITO A MARADONA EN SU PROGRAMA

Susana fue al programa después de terminar el suyo. Y le dieron otro tono a la pelea por el rating.

Cuando la segunda emisión de "La noche del 10" comenzaba a consumirse, muchos habrán pensado que la promesa había sido sólo eso. Pero mientras la sospecha popular tal vez crecía, Susana Giménez se acomodaba su bolero fucsia (una especie de torerita) detrás de cámara, a oscuras. Su amigo Miguel Romano le cepillaba el pelo; el anfitrión, desde abajo, le deseaba suerte.

Eran las 23.40 y su primera tarea en el show de Maradona indicaba que un minuto después debía bajar, cual diva, los 19 peldaños de la escalera de cerezo y aluminio que la producción le diseñó especialmente. Y que costó 8.500 pesos.

Enfundada en un largo vestido negro con flores estampadas, ella se prestó al juego y recordó sus viejas épocas de vedette, sacándole viruta a los escalones, sin necesidad siquiera de mirar por dónde pisaba. En medio del estudio, el flamante conductor la esperaba con los brazos abiertos para sellar un encuentro cuanto menos significativo, en plena época de competencia feroz en la TV argentina: la estrella de Telefé en la gran apuesta de Canal 13.

Un locutor en off reforzaba aquello de "la diva en la noche de dios". Ajenos a tamaña marquesina, ellos se entregaron a un juego de reverencias, arrodillados los dos, la gente de pie.

A un costado, el escenario montado para el cambio de roles: él preguntaba, Susana contestaba. Eso, al menos, estaba sugerido en la rutina. Pero la conductora no pudo con su genio y tomó la posta, con elogios del tipo de "esto es la RAI" (por la magnitud de la escenografía, en un estudio de mil metros cuadrados) o piropos a su nueva fina estampa, como "estás hecho un hilo de coser".

Sentados a la misma mesa a la que la semana pasada se sentaron Maradona y Pelé, pero esta vez con una tapa nueva de tela de leopardo, hablaron de la felicidad, de los hombres, de bueyes perdidos. Y cuando se imponía el tema de la competencia, Adrián Suar (director de programación de Canal 13) irrumpió en cuadro con una puesta en escena que contaba con extras a modo de movileros. El simulacro incluía una firma simbólica de contrato, a la que Susana, obviamente, se prestó en medio de una carcajada. Quizá no todos habrán reído, pero la situación provocó una de las ovaciones de la noche.

Luego, mientras el anfitrión le dedicaba una suave melodía a la mamá de sus hijas, Susana se iba contenta a casa con la perrita que le regaló Diego en cámara, a la que ella bautizó "Ten" primero y luego lo tradujo al italiano para ponerle "Diechi". El Diez, así, en castellano, ya sabía que había entrado la madrugada del martes, pero él no quería bajarse de su noche, la Noche del 10.

EL PROGRAMA DE TV DE DIEGO MARADONA

FOTOS DE DIEGO MARADONA

Fuente: http://www.clarin.com

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