Luciana Salazar fue acosada por un
baboso
En el último programa
en vivo del año, Marcelo Tinelli presentó una cámara oculta hecha a
la famosa vedette y modelo.
Oh, oh, oh!
¡Pero qué contrariedad! Esta vez, la cacharon a ella. A la chica
linda del programa de Marcelo Tinelli. Sí, aunque usted no lo crea
(¿no lo cree?), la cámara oculta del último programa de “Videomatch”
fue para Luciana Salazar. Bien. Viva. Iupi. Por fin se hizo
justicia. Qué bueno es ver que, cada tanto, como parte de esos
placeres inigualables que se llega a tener en esta vida, los
victimarios se vuelven víctimas. Aunque sea por un rato. Aunque
sea en la televisión. Aunque sea en una de esas cámaras ocultas tan
su-ma-men-te confiables que hizo, hace y hará San Tinelli, por los
siglos y los siglos amén...
|
O sea, que anoche se le haya suministrado cierta dosis de su propia
medicina a esta chica no estuvo tan mal. Después de todo, vaya que
hizo sufrir a cuanto padre de familia libidinoso andaba suelto por
ahí. Vaya que se paseó medio desnuda ante sus ojitos. Vaya
que les despertó sueños, deseos, comparaciones. Mejor, recordemos
juntos quién es Luciana. Es esa chica que llegó a la fama haciendo
gala de dos dotes actorales. Y que, ratito luego, saltó a la cima
misma de la popularidad participando en las joditas del Marce de la
mano de su primo Sebastián Ortega, también productor de la empresa
de Tinelli.
La situación de anoche era un plato. Un tipo común y corriente
llegaba a la casa de Salazar para hacer un trabajo. Entonces ella,
siguiendo el guión, hacía lo que mejor sabe hacer: histeriquear de
lo lindo. “Ay, yo quiero un caño bien grueso y bien gordo en este
sector”, decía con cara de tonta. Se sacó fotos subidas de todo y
desprovista de ropa ante los ojos “babosos” del supuesto cazado.
Comió frutillas susurrando: “¡Qué puerquita que soy!” y terminó,
casualmente, toda embadurnada con la crema. Cansado de la postura
ingenua, el “victimario” no se quedó en el molde: se le acercó
cuanto pudo y hasta le tocó ciertas partes “prohibidas” de su
cuerpecito. Que chancho.
Era gracioso ver cómo este supuesto sátiro hacía sufrir a Lucianita.
Cómo la miraba con gesto de “te voy a comer cruda” cuando ella le
ponía su “mejor cara” en la cara. Como, ya al final de la cámara, se
le tiraba encima, se le trataba de tornar inmanejable y le proponía
cuestiones indecentes. Pero ella nada. Hacía un poco de escándalo y,
cual profesional que es, seguía adelante. No le importó que le
tocara la cola tres veces, que el señor no fuera un verdadero señor,
que le dijera “dale, dame una alegría” en mil idiomas o que
resultara tan, pero tan distinto a esos padres de familia de las
cámaras anteriores, pispeadores de abultados senos, pero nada más...
Pillos, ¿a que creen que todo esto es una gran mentira de esas que
un televidente medio distraído se comería con papas? ¿A que suponen
que las cámaras del Marce ya perdieron toda credibilidad y que, sin
dudas, están arregladas por la producción del programa? A no ser tan
desconfiados, che, que la chanza a la Salazar parecía verosímil y
todo. Ella jamás sospechó que su broma estaba tomando un rumbo
incierto, literalmente, increíble. Ella nunca se avivó, después
de tanta jodita hecha y rehecha, que algo raro andaba pasando. Ella
nunca supuso que estaba funcionando como víctima y no como
victimaria. Ella ni siquiera pensó que el programa suelen hacer
cosas extrañas a fin de año...
Sin ir tan lejos, la temporada pasada, José María también fue
cachado por la cámara del Cabezón para estas mismas fechas. Y no,
Luciana no tenía porqué dudar. Si todo estaba tan claro
mas información sobre
Luciana Salazar
Fuente: clarin.com
Compartir este articulo : | | | | |
Ver historial completo de
noticias destacadas. |
|