Maradona en lo de Tinelli

Maradona, visiblemente relajado y a la vez divertido, pasó anoche por Videomatch y la visita fue una charla entre amigos. Marcelo, loco de contento, ofreció sus clásicos.

Si de un tiempo muy largo a esta parte cada vez que aparece Diego en la tevé hay que salir a señalar al día siguiente si lo hemos visto más -o menos- gordo que en su la última aparición pública, más -o menos- verborrágico, más -o menos- polémico, más -o menos- tranquilo y más -o menos- excitado, habrá que apuntar aquí que, salvo por su notable sobrepeso, en todo lo demás el hombre ha salido beneficiado. Si es que por saldo a favor se entiende menor verborragia, menor polémica, mayor tranquilidad y menor excitación.

De hecho, de su visita al Show de Videomach y de esa (larga) charla televisada de amigos que fue el encuentro con Marcelo Tinellli, se dirá que fue el anfitrión, seguramente, el más sacado de los dos. Primero porque es Marcelo, así que los gritos son de algún modo inherentes; y segundo porque de visita –y recién llegado de Cuba- estaba Diego, por lo que algarabía también es inherente.

Tranquilo, con nuevo look, barba candado, de buen humor y distendido. Así se lo vio a Diego. Incluso, de a ratos (sí, sólo de a ratos), hasta terriblemente medido en sus declaraciones. Y eso que Marcelo insistía e insistía preguntando, eh. Teniendo en cuenta que hace un tiempo ya dijo todo lo que tenía para decir sobre José Pekerman, ¿era necesario reforzar conceptos? Para el DT de la selección entonces hubo más gestos, caras y miradas que declaraciones. Lo mismo que para la "situación del país". Los palitos bien directos se los llevó en cambio Marcelo Bielsa (y Cahe también) y los consejos, entre paternales y fraternales, se los llevó Carlitos Tévez.

Lo más divertido vino por el costado familiar, por las chicanas de Marcelo (“je, je, qué me decís, tus dos hijas están de novias, y con hinchas de River; je, je”) y por las repuestas del diez (“no te rías tanto que ya te va a llegar a vos lo mismo con tus hijas, eh”). En el piso, pero de pie, estaban Claudia y Giannina, la pequeña con novio incluido. “El novio de Giannina es el hermano de Andrés D´Alessandro”, tiró el datito Tinelli para el pesar y lamento de Lucho Avilés (van tres meses de noviazgo, ¡cómo se durmieron ahí!). Y después derrochó elogios y piropos para la niña; galantería exagerada que a Diego no le dio ninguna gracia y que lo hizo saber más de una vez, aunque siempre entre risas y en chiste.

Más tarde, un clásico: hacer jueguito con la pelota, un “cabeza” y a tratar de hacer más toques que los hechos con Robbie Williams. Hubo un breve desfile de imitadores, otro clásico, (por ahí pasaron, entre otros, un pseudo Fidel Castro, un falso Tévez y un doble de Jorge Benítez) y, para el final, otro hit de la casa: el recital de Miguel del Sel. La yapita última la aportó la bailarina, que cuando fue saludar a Diego se llevó, además de un primer beso en la mejilla, un segundo beso que fue un “piquito” robado por Maradona. Así estuvo el Diez en lo de Tinelli. Tranquilo, sí, pero manteniendo, por lo visto, algunos buenos reflejo

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Fuente: clarin.com

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