Los hombres tienen criterios similares a
los de una mujer. Como sabemos la primera impresión es totalmente
visual. En ambos sexos lo primero que atrae es el físico y la cara
de una persona. Y eso les importa muchísimo.
Aunque muchos de los hombres lo
disimulen, si la mujer tiene un mal físico o parece descuidada, lo
primero que generará será un rechazo.
Hay quienes les dan más importancia a
la cara que al resto del cuerpo. Esta clase de hombres argumenta que
en la cara de una mujer se concentra la mirada, la sonrisa. En
síntesis, la expresión de una mujer.
Pero ¿por qué cuando una camina por
la calle nota que los hombres lo primero que miran es la cola de las
chicas y luego su cara?
Últimamente se convirtió en símbolo
sexual la cola de las mujeres. Es lo primero en lo que muchos
hombres se fijan hoy en día. De ahí también la obsesión de ellas por
verse cada día más lindas “de cuerpo entero”.
Pero cuando a un hombre soltero se le
pregunta qué es lo que busca en una chica, siempre tienden a
responder que sea buena compañera, inteligente, madura,
independiente, etc. y recién después aluden a la parte física.
Cuando en realidad es lo contrario.
Muchos especialistas piensan que a
partir del aspecto físico de una mujer los hombres tienden a
conjeturar acerca de la vida de la misma.
Por ejemplo, si ven a una mujer
gorda, enseguida asocian que la vida de esa mujer es triste, que son
proclives a la enfermedad, inestables, etc. cuando ni siquiera le
dijeron hola.
¿Dependientes o no?
Quizás tiempo atrás los deseos de los
hombres eran otros, pero hoy en día la mayoría busca mujeres que
tengan proyectos propios y que no dependan exclusivamente de ellos.
Sienten cierto rechazo hacia las mujeres que buscan ser mantenidas
por el resto de sus vidas.
Pero muchos también se contradicen al
decir que además tienen que ser muy buenas amas de casa, cocineras y
madres. En realidad parecen buscar súper mujeres que puedan hacer
todo y bien.
Los hombres que no se fijan en lo
estético son los menos. Por ejemplo, una tendencia que se da en los
hombres infieles es que justifican el engaño diciendo que sus
esposas descuidaron su aspecto físico.
Por otro lado, jamás mencionan la
parte interior de ellas pero muchos dicen que vuelven porque no
podrían encontrar una mujer tan buena como ellas.
De vuelta con mamá... ¿y con la
histeria?
Otra tendencia es buscar a la propia
madre en la mujer con la que quieren compartir el resto de sus
vidas. Siempre buscan cierta protección y cariño en ellas. La
mayoría de estos hombres son los que perdieron a sus madres muy
jóvenes o los que durante sus vidas estuvieron sobreprotegidos por
ellas.
Otro mal de que se acusa a las
mujeres es la histeria. Según la mayoría de los hombres todas las
mujeres tienen un cierto grado de histeria. Nunca nada les viene
bien. Y eso suele generar cierto rechazo.
Pero, por otro lado, muchos hombres
en realidad buscan lo inalcanzable, las mujeres que se hacen desear,
y sienten que si las consiguen habrán llegado a lo más alto en
materia sexual, aunque siempre encuentren un “blanco” nuevo a cual
apuntarle.
Santa y descarriada
Igualmente, por más vueltas que se le
dé al tema, siempre lo físico está un paso adelante. Los hombres se
excitan con lo que ven. Hay algunos con más o menos disimulo pero
siempre miran las piernas, colas, escotes, labios, ojos, etc. de las
mujeres.
Otra condición que buscan ellos es
que sean “salvajes” y desinhibidas a la hora de tener sexo.
Pero a su vez buscan que en la calle
se comporten como unas verdaderas señoras. Si llegan a ver que sus
mujeres seducen tanto en la vida pública como en la vida privada,
eso puede llegar a ser un motivo de separación.
Muchos hombres prefieren también a
las más “feítas” ya que creen que estas son las más decididas a la
hora de tener relaciones, que siempre van al frente, y que son las
que más se erotizan.
¿Son todos iguales?
Sin embargo, siempre es malo
generalizar. Todavía existen hombres que buscan otras cosas en las
mujeres. Como el compañerismo, el compartir proyectos, etc. En el
compartir está la base de toda pareja, pues sin esto es casi
imposible que la misma funcione.
También todo varía según la edad que
tenga el hombre. Los más jóvenes se fijan principalmente en lo
físico, pero a medida que crecen -si bien lo físico siempre estará
presente- el “ser” interior comenzará a tomar más valor.
Por eso es imposible establecer un
arquetipo de hombre. Existen hombres, como también mujeres, con
gustos muy distintos. Que a veces dependen de cada individuo y otras
de la sociedad en donde vive y de la época.
En síntesis los gustos difieren mucho
de un hombre a otro. Es muy difícil establecer por qué uno se
enamora de una mujer. Muchas veces influirá lo físico pero otras
también influye la persona en sí.
Por ejemplo, a muchos hombres los
intimida que una mujer sea encaradora o extrovertida, y en cambio
otros se la pasan esperando por esa mujer que los pare por la calle
y les diga que quiere hacer el amor con él.
Mucho depende de la cultura que cada
hombre lleve adentro. De cómo es su concepción de la mujer ideal