¿Te están
usando?
Si
experimentas relaciones en las que no te sientes compensada y, a
cambio, entregas mucho, probablemente estás siendo usada, pero ojo,
generalmente no es culpa del otro y tampoco podríamos decir que es
siempre malo
A lo largo de
nuestra vida, tendemos a repetir ciertos patrones en las relaciones
que formamos.
Algunas son muy sufridas, otras muy exitosas o tal vez tendemos a
ser dejadas o, por el contrario, generalmente ponemos fin a nuestras
relaciones.
El asunto depende estrechamente de nuestra personalidad, la que,
para bien o mal, nos juega malas pasadas; ya que muchos de los lazos
que creamos con otros están caracterizados por una situación en que
nos utilizan. Este asunto, además de desgastarnos, nos merma la
autoestima.
¿Cómo saber si nos están usando? Y ¿cómo contrarrestar una situación
de dichas características?
Partamos de la base de que, en cierto sentido podemos afirmar que la
mayoría de las relaciones que entablamos presentan un uso mutuo. Así
nos lo explica la sicóloga Katusa Nishihara, experta en relaciones
personales.
“No necesariamente uso está en un sentido peyorativo, sino en el
sentido de que cada uno está en la relación porque le reporta algún
tipo de gratificación o satisface alguna necesidad. Nadie está con
otro porque sí, siempre hay motivaciones que nos llevan a
vincularnos”, afirma la profesional.
¿Pero qué hay de aquellas donde la situación significa que uno de
los dos sufra o que, derechamente, el disfrute sea unilateral?
Cuándo es normal... Y cuándo no
De alguna manera el usar a los otros -o tener ciertos interés-
podría calificarse como algo natural y, por consiguiente, sano.
Sin embargo, existen casos en los que ocurre lo contrario. ¿Cómo
diferenciarlos?
“Depende de las motivaciones que estén a la base de la relación, si
el uso que se da en la relación tiene que ver con aspectos que no
generen un daño en ninguna de las partes o que produzca un
bienestar, no debiera ser poco sano. Pero si entendemos el usar a
alguien en una relación, el manipularlo, escondiendo nuestras
verdaderas motivaciones, para nuestro beneficio egoísta, al margen
del perjuicio que esto pueda causar en el otro, entonces claramente
se trata de una relación poco sana”, explica la profesional.
Hay ocasiones en las que ocurre que nuestros seres cercanos nos
dicen una y otra vez “no me gusta tu amiga o tu pololo”, asunto que
más que ayudar desencadena una discusión por defender a la persona
en cuestión.
Vale la pena, entonces, aprender a entender nosotros mismos cuándo
alguien nos está usando y si esto nos está produciendo un desgaste.
Descúbrelo
Nishihara nos explica algunas de las características distintivas de
las relaciones por conveniencia.
“Generalmente cuando una persona utiliza egoístamente a otro, esto
se evidencia en un sinnúmero de aspectos que van apareciendo en la
relación, desde simples detalles, hasta cosas más relevantes. Todos
estos aspectos apuntan hacia el mismo sentido y es que el que
utiliza a un otro, enmarca todo dentro de la relación para
satisfacer sus propios intereses, y se sirve para esto de los demás,
no considerando sus expectativas, necesidades o el efecto que esto
les genere”.
Podríamos citar, por ejemplo, aquellas amigas que buscan
relacionarse con nuestro grupo de amigos, porque persiguen un
status. También es el caso de los pololeos o matrimonios donde el
motor no es exactamente el amor.
Supéralo
Cabe destacar que hay ciertas personalidades más fáciles de
manipular. “Muchas de las personas que son usadas en el mal sentido,
generalmente se dan cuenta de esto, pero tácitamente lo permiten, al
seguir dejando que ocurra. Se puede tratar de personas dependientes,
inseguras y con baja autoestima”, explica la sicóloga.
Básicamente la seguridad que tengamos va directamente relacionada
con la autoestima y en ese sentido, las personas que creen en sí
mismas, muy difícilmente lograrán ser utilizadas.
Por lo mismo, la forma de contrarrestar este tipo de experiencias
guarda directa relación con nuestra postura. Katusa aconseja:
“Tomando conciencia del valor personal, que va más allá de poder
satisfacer sin cuestionar las necesidades de otro. Hay que priorizar
una relación equilibrada donde ambas partes tengan la misma opción
de plantear y satisfacer sus expectativas”.
Vale la pena preguntarnos con cuántos de nuestros amigos y amigas o
si con nuestra pareja, nos sentimos realmente satisfechos con los
que damos y también con lo que recibimos. Al parecer, ese es el
parámetro más claro para determinar si estamos siendo o no
utilizados .
BUSCAR PAREJA - CONOCER NUEVOS AMIGOS EN ARGENTINA
ERES LA NOVIA PERFECTA ? AVERIGUALO AQUI
SERVICIOS DE ENCUENTROS
SOLAS Y SOLOS EN ARGENTINA
Conozca a su media naranja gracias a su perro
Fuente:
http://www.derf.com.ar
Compartir este articulo : | | | | |
Ver historial completo de
noticias destacadas. |
|