Manu Ginobili : "No me siento
Maradona"
Una costumbre que conmueve: Manu
Ginóbili regresó ayer al país con otro gran título y relativizó todo
con sencillez y humildad; dijo que no se cree tan ídolo como Diego,
que no se hubiese votado MVP porque "no es mi estilo" y que "no
esperaba mejorar las estadísticas en los playoffs este año"
Llegó ayer a las 7 de la mañana, salió por
una puerta lateral del espigón de Aerolíneas Argentinas en Ezeiza,
subió a un ómnibus y a las 8 ingresó por la puerta posterior del
hotel Hilton, en Puerto Madero, sin registrarse como cualquier
pasajero.
Es lógico: no es una persona común. Es Emanuel Ginóbili, el doble
campeón de la NBA y uno de los mejores deportistas de nuestra
historia, que volvió al país ganador, tal su costumbre. Por eso, a
las 16.30, cuando se sentó en un salón de 10 por 8 metros para
ofrecer su primera conferencia de prensa dentro del programa montado
por la NBA del "Basquetbol sin fronteras", 110 colegas se chocaron
para preguntar mientras que unos veinte más se quedaron afuera, sin
ingresar, porque la organización fue inflexible y cerró las puertas
por respeto al conferenciante.
Para medir mejor la expectativa despertada por Manu, sería
suficiente decir que entre los periodistas estuvo Johnny Luden, el
principal especialista en basquetbol del San Antonio Express, que
seguirá al bahiense a sol y a sombra. O que Marcelo Tinelli tuvo que
pagar varios miles de dólares para conseguir que por la noche
visitara su programa, luego de asistir a un cóctel con empresarios y
directivos en el Yacht Club de Puerto Madero.
Durante el día también cumplió con actividades relacionadas con la
clínica para 52 jóvenes que ofrecerá desde hoy en el Cenard. Firmó
remeras, pelotas y souvenirs junto a sus compañeros y amigos del
seleccionado Andrés Nocioni y Carlos Delfino (participantes también
del "Basquetbol sin fronteras") y se reunió con los organizadores
para coordinar todos los movimientos.
Fue difícil extraer algún concepto distinto que ya no hubiese dicho
Manu durante la serie final. Sin embargo, el campeón olímpico
siempre se preocupa porque sus mensajes tengan contenido y que las
relativizaciones que hace no resulten muy obvias.
"Ser una figura de la NBA es más fácil en los Estados Unidos porque
estamos muy aislados de todo, viajamos en aviones privados, tenemos
toda la seguridad, es como que vivimos en una nube; en cambio tenés
que acostumbrarte a que la gente te llame, te golpee el auto, pero
igual puedo hacer una vida más o menos tranquila. No es que me
siento asediado o que doy dos pasos y la gente se tira encima. No me
siento Maradona."
Habló de su felicidad, de la alegría de volver a casa, del gran
momento que está transitando y que hasta que no faltaban 40 segundos
para el final del 7° partido final no se sintió campeón. "Fue tan
dura la serie y tan difícil el rival que cuando terminó dije: «¡Uf,
al fin...!»" Habló de las concretas posibilidades de que Fabricio
Oberto y Luis Scola lleguen el año próximo a la NBA, del trabajo
físico que realizará desde agosto en Bahía Blanca y reabrió la
expectativa sobre su participación en el Mundial de Japón 2006 con
el seleccionado nacional. "Falta un año todavía, no sé qué voy a
hacer, pero la idea es jugarlo. Adoro representar al país y calculo
que estaré." Un cambio importante respecto de lo que dijo el sábado
último en San Antonio.
Sobre su rendimiento en esta temporada afirmó. "A mí también me
sorprendió mejorar las estadísticas este año, especialmente en los
playoffs. No esperaba terminar con esos números. No sé cómo voy a
hacer para mejorarlos". Agregó que lo que hizo en los Juegos
Olímpicos le dio mayor confianza, "me potenció y Popovich empezó a
confiar más en mí y a armar jugadas para que yo definiera"
Sobre el premio MVP, no mostró ninguna molestia por no haberlo
ganado. "Si lo hubiéramos compartido con Tim (Duncan) hubiese sido
bárbaro, pero que lo ganara él a mí me puso muy contento, lo mismo
le hubiese pasado a él si lo ganaba yo. ¿Si me hubiese votado a mí
mismo? No, no es mi estilo".
Aceptó estar en el "pico de mi carrera, pero lo mismo había sentido
el otro año", aseguró que la NBA organizará un partido en la
Argentina cuando "tengamos la debida estructura, cuando exista el
gran estadio", volvió a descartar cualquier rechazo al poco
altruista estilo de su compañero Tony Parker: "El tiene un juego
diferente al de los bases de antes, tiene una gran velocidad y es
muy ofensivo. El es un base anotador".
Finalmente declaró que es una enorme satisfacción participar de este
programa de la NBA "porque tiene un gran contenido social y
seguramente provocará una continuidad en la relación de nuestro país
con la organización. Es muy lindo vivir esto y también es una manera
de devolverle a la gente un poco de lo mucho que me viene dando con
su apoyo y reconocimiento".
Hasta el lunes, cuando llegue a Bahía Blanca para concluir la
realización del "basquetbol sin frontera", el bicampeón de la NBA
seguirá respondiendo preguntas, asistiendo a agasajos, visitando
directivos y regalándole cariño a los chicos en la clínica. Con su
estilo, de hombre importante, de gran ídolo, pero sin perder
sensibilidad
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Fuente:
http://www.lanacion.com.ar
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