Vaticinan un ataque nuclear devastador
El mundo
es menos seguro hoy de lo que era la noche previa a la caída del
muro de Berlín. Y lo será menos aún en los próximos años. Al punto
de que existe un 70% de posibilidades de que se desencadene un
ataque nuclear (o quizá radiológico, químico o biológico) dentro de
los próximos 10 años, concluyeron 85 expertos en armamentos y
relaciones internacionales encuestados por el Congreso de Estados
Unidos.
El ataque
podría provenir de uno de los cinco países que, se da por hecho,
desarrollarán armas nucleares o de destrucción masiva en la próxima
década o, todavía más probable, de algún grupo terrorista como Al-Qaeda,
que podría obtener una “bomba sucia” en el temible mercado negro
internacional, coincidieron los analistas.
Los potenciales agresores son algunos de los sospechosos de siempre:
Osama ben Laden y sus seguidores; algunos de los países del
denominado "eje del mal": Irán, Corea del Norte, Libia, Sudán y
Siria, entre otros. No aparece en la lista ningún país u
organización de América latina, de acuerdo con la exhaustiva
encuesta, cuya copia obtuvo LA NACION.
El estudio, ordenado por el titular del influyente Comité de
Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos, Richard Lugar,
muestra que la amenaza de un atentado es "real y creciente a través
del tiempo" y que para reducir el riesgo de un ataque de
consecuencias imprevisibles deben potenciarse los programas
internacionales de no proliferación de armas.
"Incluso si triunfamos de manera espectacular en la construcción de
la democracia alrededor del mundo, aportando estabilidad a Estados
fallidos y difundiendo oportunidades económicas amplias, no
estaremos seguros ante las acciones de grupos pequeños y
desconectados que adquieran armas de destrucción masiva", estimó el
republicano Lugar.
La encuesta registra las conclusiones de 85 respetados diplomáticos,
académicos o analistas en relaciones internacionales, geopolítica,
fuerzas armadas o control armamentístico, estadounidenses en su
mayoría.
Entre ellos, figura el funcionario más alto de la administración de
George W. Bush en el área de no proliferación, Robert Joseph, los ex
secretarios de Defensa William Cohen y Frank Carlucci, el ex
director de la CIA James Woolsey, el general retirado Norman
Schwarzkopf, el ex jefe inspector de armas en Irak Richard Butler y
también un argentino: el académico Roberto Russell.
"Paraísos de terroristas"
Los analistas estimaron que el riesgo de un ataque nuclear es, en
promedio, del 16,6% dentro los próximos cinco años, y del 29,2%,
antes de 2015. Pero si se combinan las chances de un ataque o
atentado nuclear, radiológico (la "bomba sucia"), biológico o
químico, el riesgo asciende al 50%, en cinco años, y al 70%, durante
la próxima década.
¿Cómo sería eso posible? Cuatro de cada diez expertos cree que
bastaría con combinar un explosivo convencional, como dinamita, con
material radiactivo, sin mencionar que para entonces ciertos países
sospechados de ser "paraísos de terroristas" podrían acceder al
temido "club nuclear".
Ese selecto club incluye, hasta ahora, a Estados Unidos, Rusia, Gran
Bretaña, Francia y China, mientras que se presume que Israel, India
y Paquistán también desarrollaron este tipo de armamento, aunque no
lo confirmen de manera oficial, y Corea del Norte afirma que también
lo ha logrado.
Irán es uno de los países lanzado a desarrollar un programa nuclear,
en teoría para fines pacíficos, aunque Estados Unidos y otras
potencias sospechan que el régimen de Teherán aspira a armar, al
menos, una bomba.
Ese riesgo quedó descartado en América latina, concluyeron los
expertos, más allá del plan nuclear de Brasil o de las desafiantes
declaraciones recientes del presidente venezolano, Hugo Chávez,
sobre la necesidad de desarrollar un programa atómico.
"Ningún experto apuntó al hemisferio occidental como un foco de
riesgo", dijo a LA NACION uno de los responsables de redactar el
informe final que presentó Lugar.
Para Estados Unidos, el riesgo es "claro y actual", según concluyó
casi en simultáneo con Lugar un comité de la Cámara de
Representantes del Congreso, en el que otros académicos criticaron
los sistemas de prevención y detección de amenazas que impulsó la
Casa Blanca desde los ataques de septiembre de 2001.
Así, el físico del Laboratorio Nacional de Los Alamos y jefe del
grupo de trabajo que armó el Departamento de Defensa para prevenir
un ataque terrorista con armas nucleares lamentó que los sistemas de
detección de radiación que se instalaron en todo el país "son
bastante limitados en sus capacidades y, en general, insuficientes
para la tarea".
Los contenedores que llegan a los puertos estadounidenses, pero en
especial la frontera terrestre con México, concentran los esfuerzos
y millones de dólares del Departamento de Seguridad para prevenir un
ataque, mientras que la Casa Blanca pide al Congreso otros 227
millones de dólares para crear en 2006 una Oficina de Detección
Nuclear Doméstica.
Lugar se sumó al reclamo por más fondos. Pero también pidió más
compromiso de la Casa Blanca y de los principales actores
internacionales para "identificar y crear oportunidades para
desmantelar los programas peligrosos de armamento fuera de la ex
Unión Soviética", en la que surgió un mercado negro apenas concluida
la Guerra Fría, por ejemplo, en Kazakhstán.
Pero para lograr esa coordinación, estimó, "se necesita todos los
días una diplomacia persistente, en los niveles más altos de nuestro
gobierno, si queremos tener éxito".
Los expertos consultados, sin embargo, se mostraron pesimistas. Casi
la mitad de ellos (46,6%) cree incluso que los esfuerzos de
cooperación internacional se redujeron a lo largo de 2004, contra el
32% que estima que aumentaron.
mas información sobre ARMAS NUCLEARES
Fuente:
http://www.lanacion.com.ar
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