Mientras
Japón soporta duras críticas por sus planes para expandir el
programa de captura de ballenas, una cadena de comida rápida de ese
país ofrece un nuevo producto para consumir lo sobrante de las
pasadas cazas de los cetáceos: hamburguesas.
El plato de ballena minke frito
enrollado con un precio de 380 yenes (3,5 dólares) se puso a la
venta el jueves en Lucky Pierrot, una cadena de restaurantes
japonesa de la ciudad portuaria de Hakodate, en la isla más
septentrional de ese país, Hokkaido.
"El sabor y la textura están entre
la carne y el pescado", dijo el gerente de Lucky Pierrot, Miku
Oh. "La gente de Hakodate tiene una gran historia en comer ballena,
así que los consumidores están ansiosos por probarla".
El plan de Japón de expandir su caza
científica de ballenas para llegar a unos 900 ejemplares de la
especie minke sufrió un duro golpe el miércoles cuando la Comisión
Ballenera Internacional (IWC, por sus siglas en inglés), aprobó una
resolución en su cumbre anual instándole a acabar con la captura.
"No vamos a cazar ballenas para
comerlas, sólo usaremos la carne de las ballenas que asesinaron
para los experimentos", explicó Oh.
Al ser consultado sobre la reacción
de los consumidores hacia las hamburguesas de ballena, un trabajador
de uno de los restaurantes expresó: "Tenemos un montón de turistas e
incluso niños que nunca la habían comido antes y dicen que está
bien. Los adultos dijeron que el sabor les da nostalgia".
La carne de ballena fue un elemento
básico de los almuerzos de las escuelas en Japón, antes de que una
moratoria en la caza de ballenas fuese introducida en 1986