Luego del procesamiento por homicidio culposo dictado el viernes pasado por el juez Lucini, los miembros del grupo rechazaron sus argumentos y consideraron que el fallo del magistrado contra ellos "parece un libreto de Chabán".

Los Callejeros aseguraron que no tenían ningún contrato o papel firmado con Chabán porque "la confianza era siempre la misma" y porque fue "una de las personas que más nos ayudó en nuestra carrera".

El diario Clarín publicó este domingo una entrevista exclusiva al cantante de la banda, Patricio "Pato" Santos Fontanet, al saxofonista Juan Carbone y al escenógrafo Daniel Cardell, la primera concedida a un medio gráfico después de la tragedia.

Por eso, los músicos afirmaron que les "duele su actitud" de Chabán y que no "haya dicho la verdad ni bien paso todo" pero, sobre todo, "que nos haya mentido y nos haya dicho que el local era seguro".

Si bien no consideraron que hay un complot contra ellos porque eso ya "sería demasiado", Santos Fontanet señaló que "si el juez sigue en esa línea y no ve lo que somos, tenemos que dudar de él".

Para el cantante, el juez, que los acusó de ser un "grupo empresario" y de tener "desprecio por la integridad física de sus seguidores", no conoce cuál es la realidad de los integrantes de la banda.

El juez no está viendo "quiénes somos", remarcó Santos Fontanet quien aseguró que hasta un año antes de Cromañón la mayoría de los miembros del grupo tenía otro trabajo y no poseía cuenta bancaria.

"Después nos empezó a ir bien. Habíamos crecido en cantidad de público pero no en estructura", explicó Santos Fontanet y agregó: "No puedo creer que el juez diga que somos empresarios".

Asimismo, el cantante pidió "que aflojen con la historieta que están armando" porque, según consideró "decir que sentimos desprecio por la gente, es una barbaridad".

En ese sentido, Carbone sostuvo que si a ellos les "cabe eso, a (Aníbal) Ibarra y a Chabán los tienen que acribillar" y pidió que el juez "mida todo con la misma vara".

Ahora, los músicos dicen que no saben si volverán a tocar porque "el miedo a que alguien le vuelva a pasar algo por culpa nuestra es grande", dijo Santos Fontanet.