La NASA prevé
fuegos artificiales cuando destruya un cometa
Los fuegos artificiales se usan en
todo el mundo para festejar las fechas patrias u otros grandes
acontecimientos sobre la Tierra, informó AP.
Pero en esta ocasión, la NASA espera
provocar una lluvia de chispas espaciales en una misión audaz para
abrir un orificio del tamaño de un estadio en un cometa cuya área es
de unos 40 kilómetros cuadrados. De esta manera, los astrónomos
podrían echar un primer vistazo a las entrañas de estos cuerpos
celestes.
Si todo sucede de acuerdo con los planes, la nave espacial Deep
Impact (impacto profundo) lanzará una sonda del tamaño de un tonel
de vino hacia el cometa Tempel 1, que se encontrará a unos 130
millones de kilómetros de la Tierra en el momento del impacto.
"Es una bala que trata de alcanzar a una segunda bala con una
tercera bala en el momento preciso y en el lugar preciso", dijo Rick
Grammier, un directivo del proyecto en el Laboratorio de Propulsión
a Chorro de la NASA en Pasadena, California.
Los científicos esperan que la colisión del 4 de julio abrirá un
cráter en la superficie del cometa que les permita ver su núcleo
prístino y tal vez revele algunos indicios cósmicos acerca del
origen del sistema solar.
La flota de observatorios espaciales de la NASA _con los telescopios
Hubble, Spitzer y Chandra_ y una batería de telescopios de Tierra
alrededor del mundo observarán y registrarán el impacto, así como el
cráter resultante.
¿Qué podrá ver un observador desde la Tierra no provisto de
instrumentos especiales?
Los científicos no lo saben. Pero si la sonda da en el blanco, la
luminosidad del cometa podría aumentar hasta 40 veces, lo cual lo
volvería visible al ojo en muchas partes del hemisferio occidental.
Si la misión de 333 millones de dólares tiene éxito, Deep Impact
será la primera nave espacial que toque la superficie de un cometa.
En 2004, la nave Stardust de la NASA se acercó a 236,5 kilómetros
del cometa Wild 2 cuando volvía a Tierra cargada con muestras de
polvo interestelar.
Los científicos dicen que el valor científico de Deep Impact
dependerá de las respuestas que brinde a interrogantes sobre el
nacimiento del sistema solar.
Los cometas _bolas congeladas de hielo, rocas y polvo_ son escombros
que sobraron cuando una nube de polvo y gas se condensó para
conformar el sistema solar hace 4.500 millones de años. A medida que
se acercan al sol, la superficie de los cometas se recalienta, de
manera que sólo el interior congelado conserva material original.
Se sabe muy poco sobre los cometas y sus núcleos primordiales. Es
imposible prever exactamente qué sucederá en el momento del impacto
con Tempel 1 el 4 de julio. Los científicos creen que se formará una
depresión circular de la cual saldrá despedido un penacho cónico de
escombros hacia el espacio.
No hay de qué preocuparse, dice la NASA: el experimento no alterará
significativamente la órbita del cometa, ni sus restos chocarán con
la Tierra.
Descubierto en 1867, Tempel 1 es un cometa de período breve, lo cual
significa que gira alrededor del sol en una órbita elíptica entre
Marte y Júpiter y se vuelve visible cada seis años aproximadamente.
La nave espacial inició su viaje de 430 kilómetros a mediados de
enero en Cabo Cañaveral, Florida. En marzo, los científicos se
sobresaltaron al advertir que las imágenes de uno de los telescopios
de Deep Impact estaban fuera de foco. Resolvieron el problema, y un
mes más tarde, Deep Impact tomó su primera foto de Tempel 1 desde 64
millones de kilómetros, para mostrar una gran esfera de hielo sucio
y roca. A mediados de junio, los científicos procesaron las primeras
imágenes del núcleo brillante del cometa desde 32 millones de
kilómetros, que ayudará a la sonda a apuntar al blanco.
La verdadera acción empezará en la madrugada (hora del este de
Estados Unidos) cuando la nave libere una sonda de cobre de 372
kilos llamada "impactador" en un viaje de ida hacia la trayectoria
del cometa. Durante las 22 horas siguientes, el control de la misión
en Pasadena orientará las dos naves hacia Tempel 1.
Dos horas antes del encuentro del 4 de julio, el impactador pasará a
piloto automático: sus programas de navegación y sus cohetes de
impulso lo llevarán hacia la cara del cometa iluminada por el sol
para que los telescopios orbitales y terrestres tengan la mejor
vista.
Mientras tanto, la nave espacial, con su cámara de alta resolución,
buscará la mejor posición para registrar el impacto, y minutos
después de éste pasará a unos 500 kilómetros del cometa.
La colisión está prevista para las 0552 GMT cuando el cometa, que
surca el espacio a nueve kilómetros por segundo, atropelle al
impactador, que hasta el momento de su muerte tomará las fotos más
próximas a Tempel 1.
La colisión abrirá un cráter cuyas dimensiones oscilarán entre las
de una casa y las de un estadio, con una profundidad de dos a 14
pisos. Un penacho de hielo y polvo se alzará del hoyo y posiblemente
permita ver el núcleo.
Los científicos dicen que si el cometa es poroso como una esponja,
el cráter tendrá unos 200 metros de ancho y 45 de profundidad. Esto
indicaría que el núcleo contiene material prístino del sistema
solar.
Pero si la materia del cometa está muy condensada, el cráter sería
mucho menor. Otra posibilidad es que el cometa sea tan poroso, que
absorbería la mayor parte de la energía del impactador; en ese caso
el cráter sería pequeño pero muy profundo.
La nave madre tendrá menos de 15 minutos para tomar fotos de la
colisión cósmica y el cráter resultante antes de que la alcance una
lluvia de escombros. Los científicos esperan recibir datos en tiempo
casi real del impactador y la nave
mas información sobre cometas
Fuente:
http://iblnews.com
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