Miss Australia, Jennifer
Hawkins, una rubia modelo, coreógrafa y surfista de 20
años, se consagró el martes Miss Universo 2004 al
imponerse a otras 79 participantes en una ceremonia en
la capital de Ecuador, con lo que se convirtió en la
segunda australiana en obtener la corona en la historia
del concurso.
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Donald Trump
(izq.) con la nueva Miss Universo, Jennifer
Hawkins. |
Hawkins, una aficionada
de los deportes acuáticos y que aspira a ser
presentadora de televisión, llevaba un ajustado traje
dorado con detalles negros cuando fue envestida con el
título y una corona con más de 500 diamantes valuada en
más de 200.000 dólares.
La primera rubia que gana
el concurso desde 1996, es una espigada joven de ojos
azules y de un metro ochenta centímetros, que declaró a
los periodistas tras ganar el concurso que "todo esto es
nuevo y estoy muy emocionada".
A la rueda de prensa
posterior a la velada de gala, la flamante Miss Universo
llegó acompañada del magnate inmobiliario estadounidense
Donald Trump en medio de ovaciones por parte de los
asistentes.
"Quiero presentarles a la
nueva Miss Universo, es espectacular", dijo el
millonario estadounidense.
Agregó que "Jennifer es
la Miss Universo más hermosa que he visto en muchos,
muchos años".
La reina, visiblemente
emocionada, afirmó que "no tenía idea de que esto me iba
a pasar. Tengo mucho que aprender dentro de esto que es
ser Miss Universo, pero voy a dar todo de mí".
"Para mí fue muy difícil
estar entre las favoritas y ganar para mí fue
completamente fuera de mi imaginación. Nunca imaginé que
ganaría", añadió.
Miss Australia cautivó al
jurado integrado por modelos y estrellas con su estilo
desenfadado que apuntaba a mostrar la faceta de una
muchacha común "amante de la playa" frente a otras
candidatas preocupadas por la paz mundial o el papel de
la mujer en el hogar.
En su país, la nueva
reina se dedica a los desfiles, el baile y la
coreografía en su país, mientras que en su tiempo libre
practicaba surf, leía y miraba fútbol junto a su padre.
Segundos antes de conocer
la elección la candidata de Australia se abrazó con
Shandi Finnesey, de Estados Unidos, hasta cuando conoció
el veredicto, que recibió en medio de sonrisas y
saludando al público, y sin lágrimas.
Amelia Vega, que le
entregó a la nueva Miss Universo la banda y la corona,
fue quien le formuló la pregunta antes de la decisión
final: "¿En qué época y de qué sexo hubiese preferido
nacer?", a lo que la nueva Miss Universo respondió que
escogería el sexo femenino porque ahora tiene muchos
papeles y libertad y que hubiese preferido nacer en este
siglo.
Como primera finalista
quedó la estadounidense Finnesey, como segunda finalista
Alba Reyes, de Puerto Rico; como tercera, la paraguaya
Yanina González, y como cuarta, Danielle Jones, de
Trinidad y Tobago.
El concurso, uno de los
de mayor audiencia del mundo y considerado una vitrina
para la promoción de los países sedes, se realizó en
Quito, situada a 2.800 metros sobre el nivel del mar y
considerada Patrimonio Cultural de la Humanidad por su
centro histórico. La sede de la ceremonia fue un centro
de convenciones en un suburbio al norte de la capital
ecuatoriana, donde se congregaron más de 7.500
espectadores para la noche de gala.
La artista cubana Gloria
Estefan interpretó tres canciones en la ceremonia de
elección, que contó como presentadores a Billy Bush y la
cubana Daisy Fuentes.
El jurado estuvo
integrado por las modelos Petra Nemcova y Elsa Benítez;
la ejecutiva Anne Martin; la artista de cine Bo Derek;
la Miss Universo 1998, Wendy Fitzwilliam, el productor
musical Emilio Estefan; así como por Jon Tutolo, Bill
Kancik y el medallista olímpico ecuatoriano Jefferson
Pérez.
Más de 100.000 dólares
en premios
La nueva Miss Universo
obtuvo premios valorados en más de 100.000 dólares,
incluidos desde cosméticos, un completo guardarropa, una
tiara con diamantes, una beca para estudiar actuación
hasta la oportunidad de participar en los programas de
la cadena estadounidense NBC y sus filiales.
Hawkins asumirá el
liderazgo de una serie de campañas sociales alrededor
del mundo, especialmente vinculadas con el combate al
sida.
La sorpresa de la noche
fue la ausencia de la candidata de Venezuela, Ana Añez,
dentro de la lista de semifinalistas, con lo que se puso
fin a 21 años consecutivos de presencia de ese país en
esta instancia del cotejo.
La última australiana en
ser Miss Universo fue Ferry Wells en 1972.
Las ganadoras fueron
anunciadas al final de una gala en la que junto a la
belleza de las candidatas se promocionaron los distintos
escenarios de Ecuador, considerado uno de los 17 países
más diversos del mundo y que aprovechó al evento como
una oportunidad para catapultarse como un destino
turístico de primer orden.
El concurso fue
transmitido a unos 600 millones de televidentes y fue
seguido por unas 7.000 personas en el centro de
exposiciones Cemexpo, a escasos kilómetros de la
denominada "Mitad del Mundo", un monumento que marca el
cruce por el país del paralelo cero que divide al
planeta.
La organización Miss
Universo, una iniciativa lanzada hace 52 años por una
empresa de trajes de baño, está ahora en manos de Trump.
(Con
información de Reuters y Associated Press)
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